Puntos de venta… ¿punto de caos?

Un nuevo ritual de agonía colectiva se ha apoderado de los venezolanos: esperar horas ante un punto de venta para que procese una compra que generalmente es de comida.

Por RICHARD SANZ

Eran rostros de todo tipo -niños, jóvenes, adultos y ancianos-, que tenían un denominador común: llevaban casi dos horas bajo un sol de domingo al mediodía con una tarjeta de débito en la mano, en una especie de agonía colectiva, esperando que se activara el punto de venta para poder cancelar los alimentos que pretendían adquirir en el establecimiento «Día a Día», ubicado frente al mercado de San Martín, en Caracas.

La cola, que copaba el establecimiento y abarcaba casi una cuadra, era de esa magnitud porque aparecieron dos productos con precios viejos que son tradicionales en la mesa del venezolano, como son la margarina -en 11 mil bolívares- y el arroz -en 14 mil bolívares-, por los que ahora deberá cancelarse el doble o más, si los vuelve a encontrar.

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La escena del solazo y el gentío con la tarjeta de débito en la mano se repetía casi con exactitud frente a los puestos de ventas de sardinas, huevos, hortalizas, café, quesos y pollos que rodean al popular mercado capitalino. Eso sí, las bolsas eran modestas, «escuálidas» como dice la jerga revolucionaria, al contrario de años anteriores, cuando los bancos tenían plata, los abastos tenían comida, las panaderías tenían pan… y «éramos felices pero no lo sabíamos»…

Déficit de puntos de venta

Esta tragedia que se ha instalado en la cotidianidad del venezolano, la de no poder disponer de su propio dinero -cada vez más devaluado, pero suyo-, se ha agudizado durante los últimos meses, debido a la escasez de efectivo y al colapso de los puntos de venta.

Con cada vez menos cajeros automáticos en funcionamiento -unos por deterioro, otros por la inseguridad-, y los 5 mil bolívares diarios que solo se pueden retirar y que lucen ridículos ante -por ejemplo-, el precio de un cartón de huevos que ya se cotiza en los 60 mil bolívares, la población se ha visto obligada a usar de forma masiva los puntos de ventas, lo que ha generado ese caos que se aprecia en cualquier establecimiento comercial del país, por las ya rutinarias fallas en las transacciones.

Al respecto, el director de la Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores (Anauco), Roberto León Parilli, señaló que una de las causas del problema  radica en que «el ancho de banda que se tiene, queda congestionado y no tiene capacidad para soportar todas estas transacciones, ya que ahora hay más personas bancarizadas y con una tarjeta», dijo al diario Panorama.

Agregó que otro motivo por el cual el día de los venezolanos se convirtió en un martirio, es por el déficit de puntos de venta que ubicó en 500 mil, dado que los 424.918 que operan actualmente -según el Banco Central de Venezuela-, no cubren las necesidades de la población.

Buitres que se alimentan del caos

Una de las consecuencias que trae la situación que se vive en Venezuela debido a la escasez de efectivo y el recurrente colapso de los puntos de ventas, es, sin duda el deterioro de la calidad de vida, al pasar varias horas del día «cazando» un cajero que dispense billetes o que una transacción con tarjeta de débito se concrete.

Estrés, mal humor y tensión se hicieron parte de la vivencia cotidiana del venezolano. Todo ese caldo de cultivo ha deparado en un mercado donde el sufrimiento de muchos se convierte en la ganancia de pocos: ante la urgencia de billetes aún sobreviven -a pesar de los operativos desplegados por las autoridades-, los que adelantan efectivo cobrando comisiones de hasta el 25%; mientras que por el uso de los puntos de venta, los consumidores son pechados con montos adicionales que varían según el nivel de especulación del aprovechador de turno.

Atraso tecnológico y robo

de cables también suman

Las expresiones «Servidor no responde», «Línea ocupada» o «Sin conexión», al igual que la pantalla en blanco, son las respuestas más comunes y temidas que por estos días arrojan los puntos de ventas.

El congestionamiento del sistema es una de las posibles causas de estas fallas, coincide el economista José Grasso Vecchio con Roberto León Parilli, aunque el también expresidente de la Liga de Beisbol Profesional Venezolano agrega que los sábados y domingos, así como la temporada que ya es navideña origina un incremento de transacciones que inciden en la problemática.

En ese sentido, la presidenta de Consecomercio, María Uzcátegui, señaló que el sistema bancario del país no está adecuado para procesar ese volumen de pagos virtuales de forma diaria, atribuyendo la situación «a la falta de mantenimiento de nuestras telecomunicaciones y los equipos que han caído en niveles altos de obsolescencia», destacó Panorama.

Por otra parte, María Uzcátegui precisó que el déficit de puntos de ventas se debe a que son equipos fabricados en el extranjero, por lo que se deben adquirir en dólares, pero el Gobierno de Nicolás Maduro no ha liquidado divisas ni para ese ni para otros rubros desde el pasado mes de agosto. «Tampoco se pueden adquirir por otra vía debido a la Ley de Ilícitos Cambiarios», añadió la presidenta de Consecomercio.

Si a ello se suma que Venezuela posee uno de los servicios de Internet más lentos del mundo, se le agrega el robo de cables telefónicos y los cortes de fibra óptica, se entiende cómo en distintas ciudades el país se ha hecho recurrente que no se puedan procesar las operaciones por puntos de ventas.

Twitter: @rsanz777