El regreso de Zelaya y del SSXXI a Honduras

Aunque el candidato que apoyaba  Manuel  Zelaya perdió la presidencia por menos de una décima de punto, puso en vilo a muchos que veían con esto la vuelta del castrochavismo a la presidencia del país centroamericano. Sin embargo esto es una alerta para una región que tiene poca memoria.

Por ALFREDO MICHELENA

A veces no se aprende ni con experienciapropia. La elecciones de Honduras son una muestra de esto. El triunfo del actual mandatario, Juan Orlando Hernández, por encima del opositor Salvador Nasralla en un giro final no convence a muchos. En todo caso, el avance del castrochavismo es un aviso importante para la región.

La Honduras de Zelaya

Hace ocho años  Manuel “Mel” Zelaya era sacado de la presidencia de Honduras y llevado a Costa Rica por los militares luego de que, contraviniendo al Congreso y a la Corte Suprema de Justicia, impulsaba, con el abierto apoyo del finado Chávez, lo que se llamó “la cuarta urna”. Con ella  se pretendía cambiar, como le sugería la franquicia del Socialismo del Siglo XXI, la Constitución y así establecer la reelección, prohibida expresamente por lo que se llamaban los artículos pétreos de la misma. Frente a esa violación de la Constitución se produjo el evento que fue considerado por la OEA como un rompimiento del hilo constitucional, lo que provocó la aplicación de la Carta Democrática Interamericana con la subsecuente expulsión del gobierno Honduras de la organización continental. Mel en el ostracismo fue apoyado por Chávez que lo nombra coordinador jefe del consejo político de Petrocaribe.

Artículos pétreos

La Constitución hondureña, en su artículo 239, taxativamente establece que quien ha sido presidente no puede ser reelecto. Y que  “el que quebrante ésta disposición o proponga su reforma, así como aquellos que lo apoyen directa o indirectamente, cesarán de inmediato en el desempeño de sus respectivos cargos y quedarán inhabilitados por diez (10) años para el ejercicio de toda función pública”. Por lo que se puede argumentar que Zelaya estaba de suyo “inmediatamente” cesado y su remoción no constituía en si mismo un golpe de estado como lo aceptó la comunidad internacional reunida en la OEA. El artículo 374 es aún más tajante al señalar “No podrán reformarse, en ningún caso, …, el presente artículo, los artículos constitucionales que se refieren a la forma de gobierno, al territorio nacional, al período presidencial, a la prohibición para ser nuevamente Presidente de la República, el ciudadano que lo haya desempeñado bajo cualquier título y el referente a quienes no pueden ser Presidente de la República por el periodo subsiguiente”.

Pero…

En diciembre de 2014 un grupo de congresistas del gobierno introdujeron ante la Corte sendos recursos para eliminar no lo referente a la no-reelección, sino a la penalidad por hablar y opinar sobre el tema (segunda parte del artículo 239 y otros) con base al argumento que coarta los derechos humanos (DD.HH.) y en particular el de  libertad de expresión. Por esa magia judicial a la que nos tienen acostumbrados nuestros excelsas Cortes o Tribunales Supremos se resolvió más de lo que se pidió, o como lo llamó el de Honduras  por “efecto extensivo” se dictaminó que todo el art. 239 esa inaplicable pues violaba los DD.HH. y otras normativas como las referidas a la igualdad y a la proporcionalidad. Muchos protestaron y protestan que el actual presidente se haya lanzado a la contienda electoral porque consideran que lo aprobado no le da sustento para ello.

Los candidatos

En todo caso llegamos a las elecciones del  26 de noviembre.  Ellas son elecciones generales que incluyen las de presidente así como las de 128 diputados al Congreso y 20 al Parlamento Centroamericano. En lo local  298 alcaldes e igual número de  vicealcaldes, así como 2.092 regidores (concejales). Nueve candidatos aspiraron a la presidencia: Alfonso Díaz Narváez por Unificación Democrática (UD); Salvador Nasralla por Alianza de Oposición formada por Libertad y Refundación (libre) de Manuel Zelaya y Partido Innovación y Unidad (PINU-SD) partido tradicional social demócrata; Eliseo Vallecillo por el Partido Vamos; Lucas Aguilera por la Democracia Cristiana(DC); Luis Zelaya por el Partido Liberal; Romeo Vásquez por Alianza Patriótica; Isaías Fonseca por el Frente Amplio (FAPER); Marlene Alvarenga por el Partido Anticorrupción (PAC); y el actual presidente Juan Orlando Hernández por el Partido Nacional.

Los resultados

Para la madrugada del lunes con 57% de los votos escrutados el candidato de la Alianza de Oposición , el Ingeniero Salvador Nasralla, un exitoso cronista deportivo y presentador de televisión, de origen libanés, iba adelante por más de un 5%.  Nasralla fue fundador original del Partido Anticorrupción con el que participó como candidato a la presidencia en las elecciones pasadas alcanzando un 13% de los votos. Pero en esta ocasión por problemas internos en su partido se lanza por la Alianza de Oposición en llave con Manuel Zelaya . El actual presidente apareció en el segundo lugar con el 40% de los votos, lo que lo colocaba en una posición muy desfavorable aunque tanto él como  Nasralla se declararon ganadores de la contienda. Por su parte  Luis Orlando Zelaya  del Partido Liberal alcanzaría un 14%.

Pero hubo que esperar hasta el jueves para tener el resultado final. Al cerrar la edición de Zeta, había sucedido un cambio fundamental con el 89% de los votos  escrutados. Quien ganaría las elecciones sería el actual presidente por 0,78 puntos (42,48% vs. al 41,7%).

El SSXXI

Según el presidente Juan Orlando Hernández  “…. el candidato de la Alianza de Oposición, Salvador Nasralla y su coordinador, Manuel Zelaya, son parte del grupo que promueve el Socialismo del Siglo XXI”.  Todos sabemos las preferencias de Zelaya, pero Nasralla no se ha presentado como socialista. Sin embargo, en esta campaña electoral ha defendido a Maduro. Nasralla ha sostenido que las violaciones a los DD.HH. en los cuatro meses de resistencia en las calles de Venezuela  y sus correspondientes enfrentamientos han sido “invento de los medios”. Y concluyó que “los medios de comunicación en el mundo entero tratan de instalar en la mente de la gente ideas falsas como que Nicolás Maduro es un ogro, que es lo peor que hay”.  Para Hernández este ha sido un giró de 180º pues antes de aliarse con Mel, era un crítico de lo que pasaba en Venezuela.

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La respuesta de la Venezuela chavista ha sido más que agradecimientos verbales  Según el exembajador en Venezuela y Subsecretario para el Hemisferio Occidental, Otto Reich, durante los últimos dos meses habrían ingresado 145 delegados, vinculados al PSUV a los cuerpos de seguridad del Estado y al CNE, “escondidos, disfrazados como empresarios, turistas o técnicos para incorporarse a la campaña”.  Cuando le preguntaron a Nasralla, este se limitó a decir que no sabía nada, que le preguntaran a Zelaya. En todo caso Reich manifiesta que “el régimen socialista de Venezuela no cesa de tratar de conquistar Honduras”.

Un futuro difícil

Y parecía que por los resultados iniciales de estas elecciones lo había logrado, pero la tendencia no fue “irreversible”. En todo caso, esta ha sido la vuelta de  Zelaya quien se posiciona con su partido LIBRE, como la segunda fuerza política del país y en el Congreso, aunque los oficialistas podrían incluso obtener la mayoría.

Ante la incertidumbre se firmó un pacto de aceptación de resultados, con la OEA como garante, pero Nasralla en posterior conferencia de prensa,  declaró que el pacto  “no tiene validez porque no voy a aceptar que introduzcan actas adulteradas” y continuó afirmando “No reconocemos los resultados porque hoy (miércoles) se cayó el servidor (del TSE) y empezaron a entrar cosas que no podemos permitir, actas que no están firmadas y ustedes lo pueden verificar, son actas violentadas, no tienen firma de los representantes en las mesas”.

En todo caso las calles de Tegucigalpa  y de San Pablo Sula han sido escenarios de manifestaciones masivas de uno y otro lado. Pero los resultados finales serán tan  apretados y rodeados de sospechas que el próximo gobierno tendrá que moverse con mucho cuidado para no exacerbar esta polarización. En todo caso las posibilidades de Zelaya y el castrochavismo siguen vivas y creciendo.