Los apagones de la corrupción

Aunque la retórica oficial atribuye a truculentas historias de «golpes eléctricos de la derecha» las constantes fallas en el Sistema Eléctrico Nacional, lo cierto es que los «guisos rojos» que han «desaparecido» al menos 26 mil millones de dólares de las arcas venezolanas son los responsables de las «oscuranas» que se sufren en distintas regiones del país.

Por RICHARD SANZ

7:17 am y el andén revienta de tanta gente que está en una larga espera del tren que la lleve a su

destino. A empujones meten a Marisol en el vagón sin aire acondicionado. En el trayecto entre Artigas y Maternidad, se apagan los máquinas y reina la oscuridad. «Falla eléctrica», se le escucha decir al operador del tren. Así están unos 12 minutos hasta que desalojan el tren. Los pasajeros, mientras recuerdan los ancestros de los que gobiernan Venezuela, caminan por los túneles y a Marisol el sudor le chorrea el maquillaje casi perfecto que se hizo para la entrevista de trabajo, al tiempo que uno de sus tacones quedó atrapado en los rieles. Ya faltaba un cuarto de hora para su cita, pero la parada del transporte público estaba colapsada. Muchos se guindaban como podían de la camioneta pero ya ella sabía que no tenía tiempo de llegar, por lo que perdió su chance de conseguir un trabajo.

«Me tocará seguir buscando», rumió ella en silencio mientras maquinaba de dónde iba a sacar la plata para pagar el alquiler de la humilde casa en Antímano donde vive con su chamo de ocho años.

El «saqueo» de una promesa

 Lo que tampoco sabe Marisol es que los responsables del apagón que frustró sus planes cobraron multimillonarias comisiones por chatarras eléctricas vendidas a Venezuela, compraron castillos en España, caballos de carrera en Estados Unidos, aviones de lujo, y de paso se codean con el «jet set» europeo en fiestas VIP y en viajes alrededor del mundo.

Lo que sí sabía Marisol, pero lo olvidó o a lo mejor lo perdonó, es que su adorado «comandante», en el año 2008 prometió que «para el 2011 Venezuela tendría el mejor sistema eléctrico del continente».

Sin embargo, esa fue otra deuda que dejó el fallecido Hugo Chávez que al culminar el año 2017 tampoco ha honrado su «hijo» Nicolás Maduro.

Y es que al ahondar en los motivos del porqué el venezolano sigue sometido a las ya cotidianas fallas eléctricas en distintas regiones del país, una trama de corrupción surge a la hora responder interrogantes: «bolichicos», «Nervis Villalobos», «Andorra», «comisiones», «Derwick», «plantas termoeléctricas»,  «Corpoelec»…  ¿no fueron suficientes los 26 mil millones de dólares destinados al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), durante los gobiernos chavistas, para evitarle estas penurias al pueblo venezolano?

Truculentas excusas de siempre:

«saboteo» y el «imperio»

 A pesar de que el régimen chavista ordenó militarizar las instalaciones eléctricas por los «golpes eléctricos» que presuntamente ejecutaría la oposición, lo cierto es que cualquier excusa ha sido buena para el oficialismo a la hora de justificar el caos eléctrico que se vive en Venezuela, aunque el verdadero motivo, como es el descomunal desfalco a las arcas de la nación, es obviado de la vocería oficial.

Los «robacables», varios de los cuales han muerto electrocutados al momento de intentar ejecutar sus fechorías, son presentados en dantescas imágenes -incluso en transmisiones televisivas en horario en infantil-, por el presidente de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), Luis Motta Domínguez, como «agentes de la derecha» que «sabotean» el SEN.

Del historial truculento que le busca justificación a los apagones no escapan «las iguanas», «los fuertes vientos», «incendios provocados» y cuanta cosa se le ocurra al vocero de turno, a los que nunca se les ha escuchado admitir aunque sea una falla en lo que aparenta ser una «gestión perfecta» en las que no se reportan errores.

Lo que no explican los funcionarios chavistas es cómo «la derecha» es capaz de perpetrar esos «golpes eléctricos» en instalaciones vigiladas por militares, situación que también es reclamada por representantes sindicales de Corpoelec, dado que ese tipo de discurso da a entender que esos supuestos «sabotajes» contarían con la complicidad interna de trabajadores que ni siquiera son dotados con los uniformes, zapatos y equipos necesarios para cumplir con sus tareas.

Una de las más recientes excusas que dio Motta Domínguez para explicar las deficiencias del SEN, fue «el imperio», que debido a las sanciones impuestas por el Gobierno de Donald Trump a funcionarios del régimen chavista, Corpoelec habría sido víctima de «un bloqueo financiero internacional».

 La verdad tras los apagones: «Corrupción masiva»

 «A partir de 2010 comenzó la adjudicación de contratos sin licitación. No se siguieron las lineas del Plan Nacional de Generación y Suministro y se pagó 180% más de lo previsto. Se aprobaron 42 proyectos de los cuales 16 no figuraban en el Plan y el costo pasó de 800 dólares por kilovatio a 2778 dólares por kilovatio, causándole a la nación un daño patrimonial de 25.381 millones de dólares. La mayoría de los proyectos se pagó con sobreprecio. Estamos ante un acto de corrupción masiva».

Esa fue una de las conclusiones a las que llegó el diputado opositor Jorge Millán, presidente de la comisión especial de la Asamblea Nacional para investigar la crisis del sector eléctrico, cuyos resultados se dieron a conocer en febrero de este año.

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La génesis de ese desfalco fue el «decreto de emergencia eléctrica» que firmó Hugo Chávez en el año 2009, que permitió la asignación de obras y contratos a dedo, sin fiscalizaciones ni controles. En la investigación del Parlamento se determinó que 28 empresas, entre privadas nacionales y extranjeras, están involucradas en irregularidades administrativas que fueron orquestadas con funcionarios públicos.

En medio de ese festín de contratos destaca el nombre de la compañía Derwick Associates, propiedad de Leopoldo Alejandro Betancourt López y Pedro José Trebbau López -conocidos como los «bolichicos»-, a la que el régimen chavista le canceló 3 mil millones de dólares por el suministro e instalación de plantas termoeléctricas. Las investigaciones revelan que además de haber sido comprados con sobreprecio, los equipos traídos al país eran «chatarras eléctricas», que habían sido desechados por otras naciones.

Otro nombre que aparece en la red de mafias es el de Nervis Villalobos, exviceministro de Energía Eléctrica que actualmente está detenido en España acusado de lavar dinero proveniente de Venezuela en Andorra. El exfuncionario chavista es señalado como integrante del entorno del recientemente removido como embajador de Venezuela en Naciones Unidas y expresidente de PDVSA, Rafael Ramírez.

Twitter: @rsanz777