La producción petrolera de Petróleos de Venezuela (PDVSA) ha registrado una constante caída desde el mes de octubre de 2017. El economista y exejecutivo de PDVSA, Juan Fernández, explicó en entrevista para El Nuevo País que Venezuela “para el año 99 producía 3,3 millones de barriles por día. Según el último informe de Platts, en el mes de noviembre la producción cayó a 1,7 millones de barriles por día, eso significa una pérdida de aproximadamente 1,6 millones”.
Para el mes de diciembre el Abc de España señaló que la caída registrada fue de 100.000 barriles al día, ubicándose en los registros de producción más bajos desde el año 1989, de acuerdo a datos de la firma S&P Global Platts.
Fernández, indicó que la caída de la producción petrolera para 1989 se debió más a razones de mercado que en dificultades para la producción de la industria. “Venezuela en 1980 sufrió una crisis muy importante desde el punto de vista económico, como el famoso viernes negro, pero ahí hubo o tenía PDVSA los recursos y sobre todo el capital humano para recuperar la producción”, señaló el petrolero venezolano. Asimismo, considera que actualmente “no cuenta Venezuela con esos recursos económicos y humano para poder salir de esta crisis”.
El economista afirmó que lo que ha llevado a la industria a esta situación es en primer lugar la falta de inversión ya que en este tipo de industria se requiere de una inversión permanente “para mantener el nivel de producción, porque hay una declinación natural de la producción petrolera. ¿Cómo comprobar que eso existe? Bueno el número de taladros que habían activos en octubre en Venezuela era de 38 y se requiere más de 100 taladros para aumentar la producción. Por lo tanto allí hay un factor importante que ratifica la falta de inversión”.
Al respecto, explicó que PDVSA actualmente está prácticamente quebrada “por el alto nivel de deuda, y no cuenta ni con el crédito comercial ni el crédito financiero para poder ir a los mercados o a las empresas y tener los recursos para que esa actividad se genere”.
De igual manera, Fernández señaló que PDVSA se encuentra en esta situación porque la industria “se convirtió en un centro de corrupción, y los grandes responsables de esta situación que se vive en PDVSA la encabeza Alí Rodríguez Araque, Bernard Mommer, Rafael Ramírez, y toda la gerencia que durante todos estos años han estado al frente de Petróleos de Venezuela”.
Aseguró que otro de los factores que intervienen en la falta de inversión es la gran nómina de personal que tiene actualmente PDVSA, que según algunos datos puede llegar a “unos 120 o 130 mil empleados… (que) no cuenta con el suficiente conocimiento y pericia para manejar la industria petrolera … por lo tanto PDVSA no es capaz de salir del hueco de donde se encuentra”.
A estos factores se suma que hasta el momento, el régimen ha utilizado el petróleo “como un cimento para la política de una supuesta Revolución Bolivariana del Socialismo del siglo XXI, regalando petróleo, regalando recursos para pagar favores políticos…con acuerdos de suministros de petróleo financiados y regalado…. De esa manera, obviamente es muy difícil que la empresa progrese”.
La inexistente política petrolera también ha contribuido a “desmantelar” la capacidad de las industrias de refinación que tenía el país en el exterior, destacó Fernández. Asegura que esto ha llevado al incumplimiento de inversiones en las refinerías y de pago por parte de la industria.
Cambiar de régimen para activar la industria
El economista consideró que mientras se mantengan las actuales políticas económicas y el régimen “no hay posibilidades de activar” la industria. Sin embargo, aclara que “con un cambio de régimen, con unas políticas económicas de seguridad para los inversionistas, desde el punto de vista legal, desde el punto de vista de condiciones normales de trabajo en Venezuela, la puede hacer recuperable. Para que la industria petrolera venezolana se recupere hay que salir de este régimen y de todo de lo que representa este régimen”.
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En estos momentos, asegura Fernández, que es imposible estimar el tiempo requerido para reactivar la industria, pues se necesita de una evaluación de las instalaciones, de las herramientas, de los esquemas de los pozos y de producción que dispone la petrolera para poder especificar un tiempo para la reactivación de la petrolera. Sin embargo, explicó que en 1976 cuando se nacionalizó la industria petrolera venezolana se tardó aproximadamente entre unos 6 y 8 años. “Se podría decir que ese es un período de tiempo razonable, además de que la tecnología ha avanzado y quizás esos tiempos se puedan reducirse significativamente”.
Fernández considera que para Rusia y China no es una prioridad invertir en la petrolera venezolana. En el caso de Rusia porque su prioridad se podría centrar en invertir en su producción nacional, mientras que China busca un suministro con menor costo y Venezuela “no es el competidor que tiene mayores ventajas por un tema de la lejanía, costos de transporte y por la calidad del crudo venezolano, que en su mayoría tiene características de crudo pesado”.
Asimismo, destacó que muchos especialistas “tienen duda sobre volumen que dijo el régimen que hay en la Faja Petrolera. Si es cierto que las reservas de la Faja son numerosas, pero el tema está en el costo de descubrimiento y el costo de explorar para obtener esas reservas. Entonces, la faja para llevarla a valores comercial se requiere inversiones mil millonarias… para el año 2000 la inversión requerida en una planta ubicada en José rondaba los 3 mil millones de dólares”.
Finalmente, consideró que el incremento en el precio del barril de petróleo Bret y WTI registrado esta semana tiene relación con la situación venezolana. Fernández explicó que “los mercados estiman que la producción petrolera va a continuar cayendo, que la producción va a continuar en declive”.