Grupo de Lima condena llamado a elecciones

El Grupo de Lima (GL) que ha venido apoyando la vuelta a la democracia en Venezuela se reúne el mismo día en que la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente Comunal (ANC) anunció que las elecciones de presidente, que deberían efectuarse para finales de año, se realizarían en abril.  La reacción del grupo fue inmediata y ha sido condenar tal decisión.

Se crea el Grupo

La imposibilidad de avanzar en el marco de la OEA y de Unasur para poder promover acciones que pudieran revertir la deriva dictatorial del régimen de Caracas, en especial con su convocatoria a una ANC, llevó al gobierno de Perú a convocar al grupo de países que dentro de las Américas habían venido coincidiendo en la OEA para evaluar las posibles medidas que se pudieran tomar. Sin la presencia de EE.UU., asumo, por aquello de que el imperialismo  y el patio trasero no fuera a dañar la imagen del grupo.

  Así el 8 de agosto pasado, 17 cancilleres se reúnen a fin de evaluar la situación en Venezuela,  y emiten la Declaración de Lima. Ella comienza condenando «la ruptura del orden democrático en Venezuela» y  emite la «decisión de no reconocer a la ANC, ni los actos que emanen de ella, por su carácter ilegítimo». Adicionalmente llama «a detener la transferencia de armas hacia Venezuela» y  decide  «no apoyar ninguna candidatura venezolana en mecanismos y organizaciones regionales e internacionales». E insiste en apoyar  «todo esfuerzo de negociación creíble y de buena fe, que tenga el consenso de las partes». Además  de otros puntos referidos a los presos políticos, la crisis humanitaria y el apoyo a la Asamblea Nacional legítima,  entre otros.

Diálogo

Este grupo de seguimiento de «la situación en Venezuela, a nivel de Cancilleres» que funcionará  «hasta el pleno restablecimiento de la democracia en ese país», se reunió otras dos veces el año anterior.  La segunda reunión, en el marco de la Asamblea General de la ONU, emite otro comunicado donde «reconocen la iniciativa de República Dominicana de reunir al gobierno y a la oposición venezolanos, así como la decisión de ambas partes de invitar a algunos países como acompañantes de este proceso».  Este proceso de negociación es un factor detonante para que se produzcan cismas en la oposición tanto que en la reunión del Grupo  de Lima en Toronto, la canciller canadiense hace un llamado  «a la oposición a unirse», pues «Venezuela merece una oposición unida para que luche por sus derechos».

En diciembre comienza la negociación en República Dominicana con la participación de los cancilleres de México y Chile como garantes por la oposición venezolana. Las partes hablaban de avances notables, mientras Diosdado Cabello sentenciaba «aquí no hay nada que negociar,… aquí vamos a elecciones presidenciales con el mismo CNE» y la ANC invalidaba a los partidos que estaban asistiendo al diálogo. Se habían llevado a cabo dos reuniones y se esperaba una tercera para  el 11 y 12 de enero. Pero el diálogo era torpedeado desde la ANC, de la cual es presidente una de las negociadoras por el pranato.

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En enero los cancilleres de México y Chile mandan una carta al presidente de República Dominicana, anfitrión del diálogo, en la que dejan claro que «Hasta diciembre vimos un diálogo serio entre el gobierno y la oposición y está previsto que participemos en la tercera ronda. Sin embargo, hemos visto decisiones del gobierno no coherentes con la mesa de negociación», como comentó el canciller mexicano.

Al final del primer día de la reunión de enero, gente del grupo de apoyo de la oposición tuitea que  ya no es posible un acuerdo pues el pranato no quiere aceptar el tema de las garantías para las elecciones.  Los Cancilleres se van, la reunión continúa pero el acuerdo no se consigue y se reconviene para el 18. Pero ya el proceso hacía aguas. La oposición decide suspender su asistencia a la reunión del 18 por las acusaciones del ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol, de que ellos en RD habrían dado el pitazo para atrapar a Óscar Pérez, el joven policía que fue asesinado a mansalva aún cuando quería rendirse junto a sus compañeros.

La reunión en Chile

Finalmente, el 23 de enero los cancilleres se reúnen en Santiago. Dos hechos precedieron sus conclusiones: La  publicación de una lista de sancionados por la Unión Europea y el anuncio por la ANC del adelanto de la fecha de unas elecciones que deberían hacerse a final de año, al cumplirse el sexenio presidencial.

La UE sacó un listado de siete funcionarios gubernamentales e incluyó a Diosdado Cabello quien reaccionó diciendo: «no es una sanción personal, es una sanción a Venezuela» y » le pone una bomba al diálogo,» Y anunció «una «sorpresita» como retaliación para la reunión de la ANC del 23 de enero.  En ella Cabello anunció que las elecciones presidenciales 2018 en Venezuela, serán antes del 30 de abril.

La reacción del Grupo de Lima a la «sorpresita» se aprecia en los dos primeros puntos del IV comunicado. Primero rechazan la convocatoria a elecciones antes de abril, pues «imposibilita la realización de elecciones presidenciales democráticas, transparentes y creíbles, conforme a estándares internacionales y contradice los principios democráticos y de buena fe para el diálogo entre el gobierno y la oposición». Lo que resalta que el diálogo de buena fe ha muerto, tema que ya no se aborda en el comunicado. Luego exige que ellas sean convocadas con «una adecuada anticipación, con la participación de todos … y con todas las garantías que corresponda, incluida la participación de observadores internacionales independientes.. [si no] … carecerán de legitimidad y credibilidad». Es decir, el GL no considera legítimas estas elecciones. Y esta vez, además de los 12 que regularmente firman los comunicados del Grupo, se agregaron Guyana y Santa Lucia.

Al finalizar se reitera la  voluntad de estos países de prestar ayuda, su «profunda preocupación por el éxodo de miles de venezolanos» y el impacto en los países vecinos, por lo que se comprometen  a  «impulsar acciones de cooperación internacional para el fortalecimiento de las capacidades de los países de la región», e instan   «… al Sistema de Naciones Unidas, a apoyar estos esfuerzos».  Esto se queda corto si el Grupo de Lima no se dirige directamente a la ONU y a sus agencias como ACNUR, UNICEF e incluso la OIM para que financien y pongan en operación programas concretos para los migrantes venezolanos en los países de recepción.

Varios analistas  señalan que el GL ha pedido a la MUD que no participe, pero esto no es cierto. Lo que ha dicho es que esas elecciones no alcanzan los estándares internacionales, por lo que de ganar Maduro ellas no serán reconocidas ni Maduro tampoco, al menos como presidente democrático. El GL se ha mantenido en el plano de las declaraciones y solo Canadá ha concretado sanciones.  Este debería ser el próximo paso, si quiere no perder la credibilidad.