Imagen de archivo del presidente de la petrolera saudí Aramco, Khalid al-Falih, en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, ene 23, 2014. Arabia Saudita está mejor preparada para sobrellevar los actuales bajos precios del crudo que otros productores, dijo el lunes el presidente de la petrolera saudí Aramco, Khalid al-Falih, quien agregó que espera un mercado más estable en algún momento del 2016. REUTERS/Ruben Sprich

La razón petrolera para adelantar elecciones

Transcurrió la semana con cierta estabilidad en el precio del crudo: el Brent en US$69 y el WTI en US$63,50 por barril. El mercado tenía la expectativa de una disminución de los niveles de inventario de crudo en los EEUU de 1,6 millones. Sin embargo el reporte del API estima un aumento en los niveles de inventario en los EEUU de 4,8 millones, versus la semana anterior cuando hubo una disminución de 5,1 millones, por lo que se observó una disminución en el precio del crudo. Durante esta semana se estuvo realizando el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza. Presentes allí personalidades del mundo político, económico, financiero y de los negocios. Entre ellos estuvo el ministro de Petróleo de Arabia Saudí, Khalid al-Falih,  quien solicitó, urgió a los productores globales de petróleo a extender su cooperación mas allá del 2018, e indicó la necesidad de un prospecto para una nueva forma de acuerdos en vez de continuar con el mismo esquema de cortes de producción, es decir establecer una coordinación entre productores de petróleo para tomar acciones conjuntas. En unas declaraciones para la cadena CNBC, el ministro dijo:»Yo todavía estoy ansioso acerca de la fragilidad del mercado y de la aparición de aves negras que pueden estar dando vueltas delante de nosotros. Estamos en el camino, pero todavía no hemos llegado». En el foro también se ha visto con buena perspectiva la economía global con un crecimiento estimado del PIB del 3,7 para 2018, versus el 3,6 en 2017, lo cual se traduce en una demanda robusta de China, India, EEUU, UE y los países emergentes que, limitada por el acuerdo de OPEP y NOPEP, ayuda al rebalanceo del mercado. La demanda de crudo en 2018 se estima aumentaría entre 1,3 y 1,5 millones dependiendo de la fuente, una demanda global en el orden de 100 millones de bpd. También la información del mercado refleja el análisis de la AIE por Fatih Birol, estimando el precio del crudo para 2018  entre US$65 y US$70 por barril, e indicó que el caso venezolano por la caída de la producción continuará en 2018, y será un asunto a ser considerado por el cartel petrolero.

Como en oportunidades anteriores, el cambio estructural del mercado es una realidad, la OPEP tiene ante si un reto para su estrategia, pues en la medida que el precio aumente se hace más atractiva la producción de productores como los de EEUU, Canadá, e incentiva la producción de petróleo convencional y no convencional por la mejora en la relación precio/costo del barril. El caso de los EEUU tiene además dos factores adicionales para su aumento: el cambio en el régimen fiscal con un menor impuesto sobre la renta federal y la desregularización de la administración del Presidente Trump, como parte de su estrategia de autosuficiencia. Para el Departamento de Energía la producción de petróleo en los EEUU alcanzará los 10 millones de bpd en 2018, superando el record de 1970 de 9,6 millones de bpd. La empresa noruega de consultoría energética Rystad Energy, estima que las empresas americanas superarán los 11 millones de bpd en diciembre del 2018, con lo cual estarían superando a Rusia y Arabia Saudí.

Venezuela. La información sobre la caída de la producción de PDVSA se vuelve una constante. Las agencias reflejan la caída de 216 mil bpd en noviembre, bajando a 1,621 millones de bpd.  Obviamente los analistas del mercado califican al M/G Manuel Quevedo como el nuevo zar del petróleo en Venezuela, quien prometió llevar la producción a 2,4 millones de bpd durante este año, sin dar ningún detalle del plan. Las renuncias del personal por efectos de la nueva gerencia y los bajos salaries, son razones que destacan los analistas, y que refuerzan la posición de la no recuperación de PDVSA. Los problemas operativos continúan y al momento de escribir estas notas el CRP se encuentra prácticamente parado con lo cual el suministro de combustibles al mercado interno se podría complicar aún más. Al respecto el M/G Quevedo ha mencionado que la escasez de combustible ocurrida en diciembre se debió a un paro silente. Expertos como Control Risks y Oxford Economics proyectan una caída adicional de 470 mil bpd, otras consultoras estiman una caída de al menos 200 mil bpd en 2018. Esta situación de incumplimiento de pagos por deuda comercial está trayendo consecuencias negativas que afectan a las empresas de servicios petroleros que obviamente son consideradas por los analistas como factores para la caída de la producción y también afectará su relación de negocios con PDVSA, como es el casos de Halliburton, luego de un acuerdo de pago de la deuda que no se cumplió por PDVSA y lleva a pérdidas US$375 millones en sus estados financieros. Igual situación pasa con Schlumberger registrando como pérdida unos US$510 millones. De lo anterior se concluye que la situación financiera y de flujo de caja de PDVSA tendrá como resultado el default como constante.

La estrategia actual de PDVSA seguirá en buscar en Rusia y China los recursos para levantar producción, para lo cual desarrollará acuerdos para transferir actividades que pueden ser consideradas como una privatización por fases de la industria. Es necesario indicar de nuevo, que para Rusia, su portafolio de inversiones petroleras en Venezuela no será su prioridad y para China el crudo venezolano no es competitivo con sus opciones del medio oriente e inclusive de Rusia. En consecuencia de lo anterior, el mercado de financiarse independientemente, asume dificultades extremas pues el nivel de reservas del país es del orden de los US$9 mil millones y las obligaciones en ese año se ubican en el orden de los US$10 mil millones solo por deudas financieras. Es por ello que el mercado financiero apunta a una estrategia de una posible declaración de bancarrota de PDVSA y por ello su deuda es de alto riesgo. Resulta evidente políticamente que Maduro busque adelantar elecciones pues cuanto más tiempo transcurra en 2018, peor será la situación para el país y mayor el reclamo popular a la supuesta revolución.

Twitter@JFernandeznupa