Nicolás Maduro al ir solo a las elecciones, se está poniendo en los zapatos del expresidente peruano Alberto Fujimori.
Finalmente, el comunicado del “Grupo de Lima” toma una posición clara y contundente frente a un régimen que traspasó los linderos de la dictadura para adentrase en los de una tiranía del siglo XXI; no obstante, hace falta que algunos países del caribe tomen conciencia del drama que atraviesa el país. Respecto del Comunicado, algunas personas han manifestado que este era muy duro y poco diplomático, en particular el punto sexto.
Al respecto, normalmente las medidas diplomáticas de esta índole son proporcionales a los gobiernos que se les aplica. Si bien es cierto que pudo haber un mal manejo de la cancillería limeña al invitar y desinvitar al hoy “no grato” mandatario, es cierto también que en una democracia no puede haber elecciones libres y justas convocadas por una Asamblea Constituyente carente de legitimidad y legalidad, cuya existencia y decisiones no reconoce la comunidad internacional; con las cárceles llenas de presos políticos; sin una plena participación de los partidos y líderes políticos detenidos o inhabilitados arbitrariamente; con un CSE bajo el control del gobierno y sin la participación de millones de venezolanos en el extranjero, imposibilitados de votar; por estas razones el “Grupo de Lima” se vio en la necesidad de adoptar posiciones principistas y tomar duras posiciones.
Si bien el comunicado del “Grupo de Lima” se fundamenta en la Carta Democrática, el mandato de los 34 Jefes de Estado y gobiernos asistentes a la Cumbre de la Américas en Quebec fue defender, mantener y fortalecer el Estado de Derecho y el respeto estricto al sistema democrático, como una condición esencial para la participación de los gobiernos en las Cumbres. En consecuencia, cualquier alteración del orden democrático, como ha venido haciendo el Sr. Maduro desde su elección, pasando por la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente hasta el llamado a una elecciones fuera de tiempo, constituyen un obstáculo insuperable para la participación en el sistema de Cumbres, por lo cual los gobiernos (tomando en cuenta los mecanismos hemisféricos) están comprometidos en analizar si ha habido alguna alteración del sistema democrático a fin de tomar las medidas necesarias para defender la democracia, considerando que las amenazas contra la democracia hoy en día asumen variadas formas como el socialismo del siglo XXI y el Foro de Sao Paulo.
No creemos que hay que ser más explicativo de las razones que tuvo el gobierno del presidente Kuczynski para retirar la invitación cursada inicialmente al desinvitado mandatario venezolano; pero lo que sí hay que recordarle al resto de los Jefes de Estado que no forman parte del “Grupo de Lima”, en particular a algunos países del caribe que tienen un compromiso firmado en Quebec que les permite acompañar una resolución en la Declaración Final de la Cumbre de Lima, que acuerde la suspensión del gobierno del Sr. Maduro, mientras persistan las alteraciones al orden democrático y constitucional.