El petro no genera confianza

Llegó el petro, la criptomoneda que Nicolás Maduro ha impulsado para buscar financiamiento, dinero que no logra conseguir con mecanismos tradicionales emitiendo deuda en mercados globales o solicitando crédito ante organismos de financiamiento- Se lo impide la situación de sanciones que tienen los funcionarios por las investigaciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos sobre las gigantescas fortunas que son rastreadas en los bancos extranjeros, producto del lavado de dinero de la corrupción desde  Pdvsa y diversos entes de gobierno. Corrupción que hoy una parte del oficialismo ratifica a través del Fiscal General, Tarek William Saab, nombrado para ese cargo por la Asamblea Nacional Constituyente.

En la edición N° 2.132 de Zeta, de fecha 19-01-2018, en este mismo espacio, se les anticipó a los lectores la naturaleza de la criptomoneda del oficialismo: “Con el “petro”, el grupo de participación realiza una actividad de verificar las operaciones de intercambio, sin embargo, no las realiza de manera descentralizada, sino según la cantidad de “tokens” que posean los participantes del mercado, los cuales eligen los bloques a ser aprobados según la participación que tengan en ese mercado. En este caso, y según los datos divulgados, la administración Maduro se quedará con una parte importante de monedas, lo que le dará al oficialismo la posibilidad de mantener por un buen tiempo la gobernanza de su criptomoneda, mientras el mercado se va apoderando de la misma para tener participación en las decisiones y en el proceso de verificación. La superintendencia de Criptomonedas difundió un comunicado negando las versiones, el propósito es evitar que la propuesta pierda desconfianza en el mercado antes de su lanzamiento, ya que la modalidad de los grupos de participación no es muy popular en el uso de las criptomonedas, por ser menos transparentes que los grupos de trabajo”.

El programador Vitalik Buterin, uno de los co-creadores del Ethereum, una criptomoneda que es minada a través del modelo de grupos de participación además de ser la que plantea su uso para la implementación de los contratos inteligentes, en uno de sus tuits confirmó que el petro carece de confianza por ser excesivamente centralizado, al depender del gobierno venezolano. El experto también indicó que este criptoactivo no ofrece petróleo de manera directa, sino bolívares sobre la base del precio del petróleo.

Uno de los principales problemas que se presenta con esta propuesta que la administración Maduro hace para conseguir financiamiento, es que precisamente surge la pregunta si Pdvsa estará dispuesta a recibir por el petróleo venezolano la criptomoneda petro como forma de pago. Este es un punto bien importante, que la población, los inversionistas y quienes se aventuren a colocar dinero en este proyecto, deben tener claro para evitar luego de tener que aceptar impagos si el asunto falla. Aquello es una de las debilidades entre las que comienza a mostrar.

Ya existe contra el petro un peso enorme y es que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos amenazó a los inversores que pretendan colocar dinero en esta criptomoneda de aplicarles sanciones si utilizan el sistema financiero global para hacerla circular. Esto es ya un básico inconveniente y para el oficialismo será una tarea muy difícil listar el petro en los intercambios que son confiables y que de alguna manera ya tienen aprobación de los gobiernos en otros países, por ejemplo, los principales intercambios de EEUU funcionan en Nueva York y sólo pueden operar con la BitLicence, que es la que les autoriza y regula para sus operaciones de intercambio de divisas por criptoactivos. Estas casas de cambio no se atreverán a listar en sus ofertas la criptomoneda de Maduro, lo mismo ocurrirá con los que operan en Europa, en Japón y en China, un país que ha sido aliado del chavismo, está en una fase de guerra contra las criptomonedas, prohibiendo los lanzamientos de las ICO y aplicando fuertes regulaciones contra la minería. Entonces el petro, con un modelo fuertemente centralizado, y con poca opción de lograr que sea aceptado siquiera en los “Exchange”, tiene limitada acción, reducida a las casas de intercambio rusas para promover su comercio.

Del planteamiento anterior se desprende el hecho de que el mercado que no logra percibir si realmente con esta criptomoneda podrá tener petróleo, tal como el programador ruso, Buterin, lo explica, entonces la referencia del precio del barril de petróleo por un petro se esfuma, por lo tanto quienes quieran apostar por este criptoactivo, podrían regirse según lo que cuestan los bonos de deuda de Pdvsa y Venezuela, que no superan 27% de su valor nominal.

Lo anterior quiere decir que por un petro podrían estar dispuestos a dar unos 16,02 dólares en principio. Es de suponerse que una refinería o un cliente de Pdvsa, dejaría de comprar petróleo directamente a la estatal y compraría petros en el mercado de criptodivisas, luego con estos, compraría a Pdvsa el petróleo que necesita, haciendo que la estatal venda petróleo de manera indirecta con grandes descuentos, pero se debe tomar en cuenta que si este mecanismo resultase así, la demanda de petro para comprar petróleo a Pdvsa con el modo mencionado, haría subir el precio de la criptomoneda hasta equilibrarse con el valor del crudo o incluso superarlo, lo que arrojaría desde este punto de vista, beneficios a la petrolera. Es un aspecto que el mercado probablemente desarrollará.

Gasolina en petros

En la misma edición de Zeta citada, también se adelantó sobre el cobro de gasolina con la criptomoneda, tal como lo anunció Nicolás Maduro el día del lanzamiento: “El uso de la criptomoneda en Venezuela, legalizado con un reciente decreto, permitirá a quienes los adquieran o reciban como forma de pago, comerciar con estos en cualquier divisa extranjera de manera libre, o por otras criptomonedas ya en funcionamiento. Entre las acciones que la administración Maduro se reserva al respecto, no se descarta que si el gobierno espera que la población pague impuestos y servicios públicos con este invento, también se comience a cobrar la gasolina con el mismo mecanismo”.

No es un bono de deuda

Actualmente en el debate político que ha generado la implementación de esta tecnología, como medio de pago y de comercio de la principal materia prima venezolana como lo es el petróleo, un grupo de economistas se han referido al tema y han catalogado la emisión de petros como un “bono de deuda”. Hay que destacar que existen diferencias entre un bono de deuda y una criptomoneda. Con el bono de deuda cualquier inversor que no reciba su pago por parte del gobierno podrá demandar en instancias legales y aplicar embargos; quien tenga una criptomoneda y en el supuesto que Pdvsa no venda petróleo aceptando la misma como pago, y si el gobierno se niega a pagar lo que ha ofrecido, el inversor no podrá reclamarle a nadie, porque no existe una regulación o legislación sobre la materia, ya que las criptomonedas hasta ahora no tienen respaldo de ningún ente financiero en el mundo.

Twitter: @alexvallenilla