La hiperinflación y el colapso general envían señales de cambio

  • En medio de la tragedia económica, política y social que sufre Venezuela, el candidato Henri Falcón ofrece dolarizar los salarios como una salida a la crisis, sin embargo una medida de estas tiene sus efectos traumáticos como el de tener que reducir la nómina pública en grandes proporciones.

 

Gran parte de la población se pregunta por qué el precio del dólar paralelo ha estado en retroceso en las últimas semanas y los precios de los bienes y servicios en Venezuela siguen avanzando, suponiendo que todo estaba en alza debido a que el dólar subía y más aun con los argumentos de personeros del oficialismo, que todo era una conspiración de los administradores del sitio dolartoday.com, lo anterior indica que la inflación en Venezuela, ahora convertida en hiperinflación, tiene vida propia, los precios siguen su alza indetenible debido a la excesiva emisión de dinero que mantiene el Banco Central de Venezuela (BCV) para sostener el déficit estatal, las pérdidas de Pdvsa con el subsidio de la gasolina y la corrupción, así los aumentos salariales y los «bonos» que se asignan a las personas que tienen el Carnet de la Patria.

La administración Maduro, que mantiene un férreo control político sobre el BCV, que utiliza como una fuente de dinero infinito al bolívar, a través de la emisión de esta moneda por vía electrónica, ya que la capacidad de imprimir dinero físico cada vez es menor por los altos costos que representa hacerlo, en el pasado mes de febrero, subió la liquidez monetaria (M2) a la histórica cifra de 243 billones de bolívares, una suma astronómica de dinero que sólo existe en más de 90% en cuentas electrónicas en los bancos, ya que el dinero físico se ha vuelto disfuncional, es tal la velocidad en que los precios suben que los billetes se vuelven obsoletos en muy poco tiempo, además se utilizan como uno de los medios de cambio en las fronteras para el contrabando de oro y gasolina.

La subida de liquidez acumuló 1.844,53% en los últimos doce meses, la más alta hasta ahora registrada, pero todavía muy por debajo de la estimación de inflación para Venezuela en 2018, que se ubica en promedio, según todas las previsiones hasta ahora publicadas, en 9.905%. El pasado mes de febrero la subida de la M2, fue de 52,78%, muy por encima del promedio de alza intermensual que se registra que es de 29%. La emisión de dinero se mantiene en alza sostenida, produciendo hiperinflación en el país, en contraste con la caída de la producción nacional, demoliendo los salarios de los venezolanos y haciendo inviables tanto la gestión pública como el desempeño de las empresas privadas, esta política conduce a Venezuela por un camino que podría derivar en situaciones fuera de control desde el punto de vista económico, social y político.

El Dicom

La situación interna no es nada halagadora, el oficialismo que tuvo que desprenderse oficialmente del dólar de 10 bolívares, ha apelado al mecanismo de las subastas, para aprobar la venta de divisas, el precio del dólar en esta modalidad subió a 40.032 bolívares en la última sesión, aumentando el tipo de cambio. Sin embargo este precio seguirá subiendo al tomar en cuenta que la tasa del dólar implícito, que se determina cruzando la liquidez monetaria contra las reservas internacionales, ya está en 161.754,78 bolívares. La caída del dólar en los mercados no autorizados, se produce porque los venezolanos han perdido mucha capacidad de compra, lo que ha hecho que la demanda haya reducido, además hay un proceso de pago de impuesto sobre la renta que absorbe liquidez y resta demanda de divisas, a ello hay que sumar que los venezolanos en el extranjero comienzan a realizar remesas a sus familiares para ayudarles a cubrir los embates de la crisis, lo que ha generado una oferta de divisas que podría estar entre los 1,5 y 2 mil millones de dólares al año, monto al que el gobierno le hace seguimiento y ofrece las subastas en el sistema Dicom.

Reservas en caída

Las reservas internacionales (RRII) volvieron a caer y mantienen la tendencia a la baja, en los últimos doces meses retrocedieron -7,92%, aunque muy por debajo del promedio de caída que viene experimentando intermensual desde hace un año de -14,18%. Las RRII se ubicaron al cierre de febrero en 9.615 millones de dólares, ganando 2,67% contra la cifra del pasado mes de enero. La caída de la producción de Pdvsa y los precios del petróleo, con 35% de recuperación, no ayudan a que las cuentas en divisas se robustezcan en el BCV.

La hiperinflación y el colapso

El venezolano de a pie sigue atrapado en la peor crisis que haya vivido. El salario no alcanza para comer más de tres días. No tiene posibilidades de cubrir otros gastos necesarios para la educación, la salud, el entretenimiento, el vestido y calzado, el equipamiento del hogar, el transporte, entre otros. El colapso general está alimentando a la diáspora y esta procede en su mayoría de los puestos de trabajo del sector público, de los cuales huye el personal masivamente, ante la inviabilidad de seguir laborando para ni siquiera cubrir los costos mínimos de manutención. Todos los días las amas de casa viven la angustia de determinar qué cocinar, y si de cocinar se trata, antes debe resolver el grave problema de la escasez de gas doméstico, gran parte de la población pasa semanas y quincenas completas sin dotación de bombonas de gas por la escasez de cilindros para el envasado ya que Sidor tiene paralizada la producción de láminas metálicas para su fabricación. No se puede contar ni siquiera con cocina eléctrica, por los constantes apagones.

Las instancias públicas se están quedando sin personal, el oficialismo pierde importantes cuadros políticos dentro de estas instancias y en los sectores populares en que el hambre hace una labor de convencer a la población que el chavismo y el madurismo no podrán llevarles un plato más de comida a sus mesas. El CLAP se paraliza y las propuestas que se escuchan es que pretenden confiscar la producción nacional para mantener estas estructuras que sirven para buscar y coaccionar a votantes en tiempos de elecciones.

La hiperinflación podría ser un factor que produzca de alguna manera el cambio de gobierno. Según las declaraciones del dirigente político Henri Falcón, ahora candidato presidencial, de lograr la presidencia dolarizaría la economía, lo cual requiere grandes procesos de negociaciones, para la reestructuración de deuda, arreglos políticos en muchos factores y producir la reducción más grande de personal en el sector público para poder pagar salarios suficientes a quienes sobrevivan el actual cataclismo económico que sufre toda Venezuela.

Twitter: @alexvallenilla