El prontuario criminal del autoritarismo disfrazado de socialismo del siglo XXI lleva tres matanzas encima: la de Puente Llaguno, la ejecutada tras las protestas de «La Salida» y la que hubo entre el 1° de abril y el 31 de julio del 2017.
Hoy 11 de abril se cumplen 16 años de la matanza que realizó el gobierno de Hugo Chávez en el 2002 contra una manifestación popular. Esta matanza ha pasado a la historia como “la masacre de Puente Llaguno”, sitio donde se impidió a balas que el desfile de más de 1 millón de personas se dirigiera al Palacio de Miraflores, desde donde despacha el Presidente de la República. En los archivos están los videos que recorrieron el mundo, y en se ve a “los pistoleros de Puente Llaguno” y a los francotiradores, apostados en los edificios de la Avenida Baralt, disparando contra la gigantesca multitud. Los 19 muertos que hubo ese día son 19 cruces clavadas en los responsables del crimen.
Otra matanza tuvo lugar con motivo de las protestas populares, que se prolongaron durante cinco meses del 2014, conocidas con el nombre de “La Salida”. Fueron asesinados 43 venezolanos. Continuó así la andadura criminal del régimen que, desde el 2013 preside Nicolás Maduro.
Una tercera matanza, la mayor, fue la que ocurrió entre el 1° de abril y el 31 de julio del 2017. Se efectuaron grandes manifestaciones para protestar la convocatoria fraudulenta de una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) por Nicolás Maduro, quien no sometió la iniciativa presidencial, prevista en el artículo 348 de la Constitución, a un referéndum en el que el pueblo venezolano, como “depositario del poder constituyente originario”, decidiese si procedía o no la convocatoria de la ANC, porque así lo exige el artículo 347 de la Constitución. Al no hacerse esa consulta, se consumó una usurpación de la soberanía popular. Eso era lo que repudiaban en la calle los manifestantes de aquellos días. Decenas de ellos, la mayoría jóvenes, encontraron la muerte, propinada por las fuerzas policiales y militares al servicio de los que actualmente son los dueños del poder.
Sin contar otros episodios que también tuvieron saldos mortales, esas tres matanzas, verdaderas carnicerías realizadas a la vista de todos, conforman el prontuario criminal del autoritarismo cubierto con el nombre de socialismo del siglo XXI, ahora devenido en una dictadura que durante 19 años oprime a los venezolanos.
¿Habrá nuevas matanzas? La presión internacional in crescendo con medidas contra altos personeros del régimen por corrupción, violaciones de los derechos humanos, vinculaciones con el narcotráfico, lavado de capital, y el terrorismo, más la crisis, casi a nivel de colapso, de la economía nacional y su secuela de hiperinflación y hambre, aunadas al trágico desastre del sistema de salud, todo eso junto, seguramente empujará de nuevo al pueblo a tomar las calles de ciudades y poblaciones del país, en abierta resistencia contra el orden de cosas existente, y pidiendo la vuelta a la libertad y la democracia. Está la incógnita de si la dictadura se atreverá y podrá volver a sus andanzas y protagonizar una cuarta gran matanza.
La dictadura camina sobre el filo de la navaja y el pueblo en vilo está dispuesto a luchar por la vida contra la muerte y salvar su porvenir.