La Unión Europea legitima a Venezuela como protectorato cubano

 

Por Elizabeth Burgos

*La escandalosa declaración en ese sentido, de Federica Mogherini. ¿Quién es esa señora que se atreve a insultar a todos los venezolanos?

París.- Un cable de la Agencia EFE del 15 de mayo informa que la vicepresidente de la Comisión Europea y Jefa de Relaciones Exteriores de la Unión Europea y de la Segundad, Federica Mogherini, declaró  que  Cuba podría desempeñar un papel positivo para impulsar un diálogo político en Venezuela. La declaración de la señora Mogherini tuvo lugar durante una conferencia de prensa en la que estuvo acompañada por el Ministro de relaciones exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez. Conferencia de prensa realizada tras la celebración de una reunión formal entre la UE y Cuba para poner en marcha un acuerdo de Diálogo Político y Cooperación. Más oficial el marco de la declaración relativa al destino de Venezuela no podía ser.

Lo primero que debemos preguntarnos es cuáles son las consecuencias de una decisión preveniente de uno de los entes de mayor peso político en el tablero de la geopolítica actual.

La primera consecuencia, – y es de particular gravedad para la pervivencia de Venezuela en tanto que nación, que debería ser tomada muy en cuenta por aquellos tan propensos al optimismo ingenuo que tanto ha obstaculizado la conformación de una alianza sólida entre las diferentes corrientes de la oposición –, es que esta decisión de la Unión Europea legitima, avala, la condición de protectorado cubano de Venezuela. País que por su posición geográfica – caribeño, andino amazónico – y por las riquezas que encierra, constituye un elemento indispensable para el poder castrista como base de expansión de su poder, tanto en lo interno, como en lo internacional, consolidando por ende, su condición de interlocutor ineludible ante las democracias occidentales  con los países de América Latina anexados a la influencia cubana, o los que vaya paulatinamente  anexando, al mismo tiempo que Cuba refuerza su papel de intermediario ante Rusia, China, Irán y ahora Turquía, en relación a América Latina.

Significa un triunfo rotundo para el castrismo en su larga marcha emprendida hace 60 años hacia la consolidación de un poder global, inspirado en el que ejerció Moscú como centro del comunismo internacional. Desde hace varios decenios, La Habana se ha instaurado ya como centro inspirador de su modelo de gobierno: una mezcla de fascismo/ comunismo, de nacionalismo, de caudillismo que se nutre al mismo tiempo del legado que dejó la piratería como medio de enriquecimiento, y el de la mafia que tanta influencia tuvo en Cuba. Ese modelo lo hemos visto desarrollarse en los últimos veinte años en los gobiernos de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Brasil, Argentina. Se han perdido algunas plazas, quizás  momentáneamente: la Argentina y el Brasil, y Nicaragua debilitándose. Pero en la actualidad están y el horno en proceso de cocción:  México con López Obrador, y  Petro en Colombia.

Volviendo a Venezuela y a la mediación de Cuba, varias veces, desde diferentes ángulos, incluso desde Venezuela, con esa falta de visión que caracteriza a muchos, se lanzó la idea de apelar a Cuba para que mediara en el conflicto venezolano. Incluso en un momento dado, uno de los miembros de la familia Cisneros expuso esa idea públicamente; recuerdo haber tratado el tema en este  mismo espacio. Cada vez que se hizo la propuesta,  Cuba negó todo interés de involucrarse en el asunto y apelaba por “el respeto a la soberanía” de Venezuela. Por supuesto, se trataba de globos de ensayo lanzados por los expertos cubanos para sondear la acogida de la idea. Mientras tanto, Cuba puso a trabajar a sus simpatizantes y otros agentes de influencia y a ganar tiempo: inventaron diálogos, encuentros en Santo Domingo, involucraron al Vaticano. Rodríguez Zapatero jugó un papel crucial en el manejo de esa guerra de guerrillas diplomática. Hasta que por fin,  llegan al escenario actual cuando es la propia jefa de la diplomacia europea quien declara, acompañada del canciller cubano, que “Personalmente , creo que Cuba podría jugar un papel positivo al tratar de evitar nuevos desarrollos negativos (en Venezuela) e intentar reabrir y negociar una solución política y de diálogo”. El cubano por supuesto no declaró nada, su postura fue la del responsable político que ha sido solicitado por la representante de una de las grandes potencias del mundo a colaborar para resolver un conflicto en un país en donde se están dando “desarrollos negativos” (por supuesto que la señora Mogherini no mencionó que esos desarrollos negativos, los había causado, precisamente, Cuba).

¿De dónde y cómo surge la relación privilegiada de hoy del régimen cubano con la Unión Europea? Recordemos que la UE hace veinte años, bajo el impulso del expresidentes José María Aznar, había condicionado todo acuerdo con La Habana a que el régimen se democratizara y respetara los derechos humanos. Esa posición fue llamada “Posición Común” respetada por todos los miembros de la UE.

Dos elementos han obrado en pro de la apertura de la UE hacia Cuba.

Primeramente, el deshielo impulsado por Barack Obama en 2016 generó un impulso en Bruselas  liderado por Francia durante el gobierno de François Hollande, para no dejarle a EE.UU. la prioridad de la primicia de la supuesta apertura de Cuba y las posibilidades de inversión en la isla. Gracias a la mediación de altos responsables de la diplomacia francesa, muy cercanos al régimen cubano, François Hollande realizó un viaje oficial a Cuba; incluso se sumó al impulso de los presidentes latinoamericanos: también visitó y se hizo fotografiar con el anciano dictador. Por cierto, que fiel a su elegancia,  y a su saber darse su puesto, Barack Obama declinó caer en semejante infantilismo cuando visitó La Habana.

El segundo elemento proviene de la señora Mogherini misma y sus simpatías personales. El primer elemento que dio a conocer su posición personal que de hecho abrogó la “Posición Común”, fue su declaración durante su viaje a La Habana en 2017 de que “Cuba era una democracia de partido único”: es de imaginar la indignación que causó semejante declaración en el seno de la oposición cubana,  (Por cierto, un conocido politólogo francés, también condescendiente de lo que hoy en Francia se llama “Populismo progresista”, llama esa modalidad de “democracia” de influencia castrista, como la que impera en Venezuela, “democracia hegemónica”, noción,  por cierto, totalmente reñida con la democracia. En 2015, en un discurso que pronunciara en  la conferencia “Call to Europe”, Mogherini apeló por integrar el Islám político : textualmente dijo “No temo decir que el Islám político deba formar parte del marco y que deberíamos no temer de decirlo y aceptarlo”. Luego, midiendo tal vez las consecuencias de sus palabras agregó: “No sabemos muy bien en Europa, que la religión juega un papel en la política, no siempre bueno, pero no siempre malo tampoco. Eso forma parte del proceso (ndr : democrático).” No es de extrañar el debilitamiento de la democracia que se experimenta hoy en el mundo, si sus altos representantes de la institucionalidad democrática se encargan de relativizarla.

Es interesante adentrarse en la biografía de Federica Mogherini porque nos da algunas claves acerca de su cercanía y entusiasmo por el régimen cubano. Elle es hoy miembro del Partido Demócrata italiano, substituto del Partido Demócrata de Izquierda, el cual substituyó a su vez al Partido Comunista Italiano, al este disolverse.  Fue ministra de Relaciones exteriores del gobierno de Mateo Renzi. En el 2014 es designada como alta Representante de la Unión Europea para los asuntos extranjeros y la Política de Seguridad, luego, le otorgan definitivamente el cargo de Jefa de la diplomacia europea. Estudió Ciencias Políticas en Italia,  realizó su tesis en el Instituto de Ciencias políticas de Francia. El tema de su memoria fue la relación entre la religión y la política en el Islám.  Un dato interesante que puede darnos la clave de su propensión  “elástica” en relación a la democracia en contextos totalitarios: a los 15 años adhirió a la Federación de la Juventud Comunista Italiana (FGCI), tras ser disuelto el Partido Comunista y reemplazado por el Partido Demócrata de Izquierda, con su filial, la Juventud de Izquierda (Sinistra Giuvenile) a la cual la joven Mogherini también adhiere. Ya adulta, llega a ser miembro del Consejo Nacional de los Demócratas de Izquierda. Luego el Partido Demócrata de Izquierda, toma el nombre de Partido Demócrata de cuya dirección nacional ella forma parte. Fue elegida al cargo de la diplomacia europea por los jefes de Estado socialistas que en 2014 gobernaban en Europa y con el apoyo del Partido Socialista Europeo.

Federica Mogherini ostentará su cargo hasta el 2019.

Con su sentido de la instrumentalización del poder, su experiencia de guerra de guerrillas y de guerra de posición, el régimen cubano tendrá tiempo suficiente como para apuntalar su propio régimen,  el régimen que escogerá para Venezuela tomando en cuenta los elementos domésticos; la existencia de una oposición, (ya se habrá dado el desenlace de México y Colombia). Por lo pronto, el campo venezolano está prácticamente limpio: con 3 millones de exiliados, la gente que quede será fácil contentarla. Y si Maduro logra los 10 millones el domingo próximo, será la prueba de que La Habana optó por conservarlo, seguirá en su cargo de pro cónsul, con un vicepresidente que represente el “entre dos”, y un gabinete integrado por los duros del chavismo, más algunos ministros procedentes del grupo de colaboracionistas de la MUD : simples figurantes sin poder alguno. La historia del castrismo seguirá su curso.