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Corresponsal de Le Figaro sobre Venezuela: Es un país que está perdiendo su sangre (+Vídeo)

En entrevista exclusiva desde los estudios de El Nuevo País y Zeta, el corresponsal para América del Sur del diario francés Le Figaro, Patrick Bele, aprovechó para conversar ampliamente sobre la crisis que azota a Venezuela. Junto a Jurate Rosales, explicó lo que ha constatado estas últimas semanas.

El periodista indicó que lo que más llamó su atención desde su última visita en agosto de 2017 es que nunca imaginó encontrar al país en un caos mayor.

“Los hospitales no tienen agua, eso me impactó mucho. Otra cosa que no entiendo, es que no puedo pagar nada, todo tiene que ser con tarjeta de débito. Los venezolanos no pueden pagar con billetes. Es solo un detalle, pero significa que la economía no funciona para nada en este país”.

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Prosiguió añadiendo que en agosto algunos niños tenían problemas de desnutrición, ahora me parecen que todos tienen ese mal, los doctores me decían que había niños que no comían desde hace 24 horas antes”, en relación a la crisis humanitaria que el régimen venezolano se ha negado a reconocer.   

Dijo que esta es la primera vez que se encuentra en un país con la dificultad de pagar cualquier cosa, “no se puede comprar un café, un periódico, no se puede comprar nada”.

Por otra parte no dejó de lado su impresión al escuchar los relatos de los venezolanos señalando que antes, esas mismas personas, tenían una “energía” y que ahora les falta algo.

Haciendo alusión al cansancio de sus habitantes por las largas, diarias y extenuantes colas en Venezuela  por no contar con los recursos para pagar un transporte público, ni siquiera para un servicio de luz, “es una situación terrible y caótica”.

Perspectiva sobre Venezuela

Se le dificultó ofrecer una perspectiva certera pues a su juicio todo es incierto con el proceso electoral del 20 de mayo, donde Nicolás Maduro busca su reelección y en cuanto a la diáspora que congrega cada rincón del mundo, dijo que cuenta con muchos amigos que esperan el dinero del exterior para “sobrevivir” incluyendo medicamentos.

“Es horrible, parece un país que está perdiendo su sangre y toda la alegría. Siento un punto de resignación, en sus esfuerzos por sobrevivir. Están tomando toda la energía de cada uno”.

Refirió que la crisis aborda magnitudes tales, que hace tres años podían matar a alguien para robarle un teléfono ahora lo hacen para robarle la bolsa del  Comité Locales de Abastecimiento y Producción, CLAP, “es increíble”, por ultimo puntualizo que lo necesario en uno de los países más ricos de América latina, es una “alternativa política y social”.