Por.- Eduardo Martínez
-Lo impensable e inédito en la política italiana: un veto del presidente a su primer ministro. Lo demás, también es de urgente remedio para permanecer en la Unión Europea
Este domingo surgió lo impensable e inédito en la política de Italia. Giuseppe Conte -premier encargado de formar gobierno- al presentar su listado de candidatos a ministros, se encontró con el veto del presidente Sergio Mattarella a la designación de Paolo Savona como nuevo ministro de Economía.
Giuseppe Conte, sin experiencia política, no habría ponderado las atribuciones constitucionales de la presidencia. En este caso, si bien el Premier nombra a los ministros, es el presidente quien decreta el nombramiento y toma el juramento.
El veto presidencial ocasionó la inmediata renuncia de Conte al encargo de formar gobierno concedido pocas horas antes por el presidente. A la vez que Matteo Salvini (partido Lega) y Luigi Di Maio (partido M5S) –proponentes de Conte- desataban el inicio de una inminente crisis con su propuesta de “impeachment” al presidente Mattarella. Una figura que en el texto constitucional viene concebida por la comisión de “alta traición” por parte del jefe del Estado.
Razón del veto
En su alocución, el presidente Mattarella señaló que “Nadie puede decir que he
obstaculizado la formación del gobierno”, resaltando que aceptó el nombre de Giuseppe Conte, propuesto por los partidos y del resto de los ministros, pero que no podía aceptar la nominación de Savona a ministro de Economía “quien sostiene la salida de Italia de la zona euro”.
“Mi deber es tutelar el ahorro de los italianos, había pedido un nombre político, debo firmar el decreto para el nombramiento de los ministros asumiendo la responsabilidad institucional, en este caso el presidente de la República desempeña un rol de garantía que no puede sufrir imposiciones”, afirmó Mattarella.
Luego de las declaraciones del presidente, se pudo conocer que el economista Carlo Cottarelli había sido convocado a una reunión para este lunes en la mañana. Efectivamente, a primeras horas del lunes, Cottarelli fue recibido por el presidente Mattarella.
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Lunes con Cottarelli
A su salida de la reunión, el economista Ex director del FMI y ex Comisario de la Revisión de Gastos del gobierno italiano, anunció que le había sido encargada la responsabilidad de formar gobierno. “Acepté el encargo de formar gobierno como me ha pedido el presidente de la República. Estoy muy honrado como italiano de este encargo y naturalmente lo daré todo. Me presentaré con un programa, que en caso de la confianza (voto de la mayoría de las cámaras), incluye la aprobación de ley de presupuesto y luego tiene prevista la elección del Parlamento y elecciones en el 2019”, dijo Cottarelli.
Sin embargo, advirtió, que “en ausencia de la confianza, el gobierno dimitirá inmediatamente y su tarea es aquella de la administración ordinaria para las elecciones después de agosto”. Asimismo adelantó, que “es esencial la participación de Italia en el área Euro”.
Los que no van al baile
La entrada en escena de Carlo Cottarelli no cambió las posiciones de Salvini y Di Maio. Salvini pide elecciones, y Di Maio el impeachment del presidente de la República.
Es que los voceros de los partidos que se creían llamados a formar gobierno, incluso antes de la declaración de Cottarelli ya estaban reclamando. Salvini –vocero de la Lega- declaró que “el gobierno con la Lega parte solo sin veto (…) por Italia deciden solo los italianos (…) No seremos nunca servicios de nadie”.
Por su parte Di Maio señaló que “una elección es inútil de parte de Mattarella, inútil ir a votar si el gobierno es decidido por las agencias del rating, los lobbys financieros y bancarios (…) Estábamos pronto por gobernar y nos han dicho que no, porque el problema es que las agencias del rating en toda Europa estaban preocupadas por un hombre que iba a ser el ministro de Economía”.
“Antes de volver a votar es necesario poner en estado de acusación (impeachment) al Jefe del Estado por atentar contra la Constitución. Estaremos en todas las plazas y en todas las televisoras. La democracia ha sido abolida en este país”, afirmó Di Maio.
La propuesta de impeachment, fue apoyada de inmediato por Giorgia Meloni, líder del partido Fratelli d´Italia.
Las piezas del rompecabezas
La crisis surgida este domingo 27 de mayo era previsible, tomando en consideración la alianza Lega-M5S frente a las propuestas y resultados de las elecciones generales del 4 de marzo. En estas elecciones, concurrieron tres alianzas de partidos con posiciones claramente diferenciadas. La alianza Lega-Forza Italia-Fratelli d´Italia, presentó propuestas de centro derecha y obtuvo el 37%. El Movimiento 5 Stelle (M5S) presentó propuestas anti-sistema, y obtuvo el 32,7% de los votos. El Partido Democrático (PD) presentó propuestas de centro izquierda con el 22,8% de los votos.
Las propuestas de las alianzas que apoyan el sistema político italiano – e incluyendo la pertenencia a la zona euro- de centro derecha y centro izquierda, obtuvieron el 60% de los votos. En tanto que la propuesta anti-sistema (M5S) logró una tercera parte (32,7%). Así votaron los italianos. Sin embargo, la dirigencia de la Lega rompió la alianza de centro derecha con Forza Italia y Fratelli d´Italia, para montar un gobierno con el Movimiento 5 Stelle.
El electorado de centro derecha en Italia es europeísta. Por lo que la alianza de la Lega con M5S era una especie de acuerdo “contra natura”.
Lo que viene
En los próximos días u horas, de no haber una recomposición de las alianzas parlamentarias, o una recapacitación de los aliados Salvini-Di Maio, el presidente Mattarella seguramente disolverá las cámaras y convocará a unas nuevas elecciones generales. Pudiéndose realizar no más allá de septiembre u octubre de este año.