La evolución de un país

Por Eddo Polesel

Urge hallar una salida antes de que vivamos una tragedia humanitaria de repercusiones irreversibles en el cuerpo social del país.

La evolución se basa en un proceso de cambios progresivos y positivos en la transición de una nación con dificultades en materia política y social, cuyo objetivo es el mejoramiento progresivo de las condiciones de vida del colectivo humano que convive en un territorio que forma un Estado. Es, en su esencia, la antítesis del término revolución que usualmente se emplea para referirse a los cambios, pero comúnmente se le atribuye un proceso acelerado, muchas veces violento y perturbador. En cambio, la evolución, se entiende como un proceso de cambio conciliador y progresivo que pretende cambiar positivamente mientras que la revolución (proceso revolucionario) consiste en un proceso violento y casi siempre perturbador. La máxima de que el fin no justifica los medios pretende tener presente que en una revolución el derecho de la fuerza priva sobre el derecho del ciudadano.

En una democracia liberal, regida por una constitución libertaria, es función esencial del Estado el orden público, la seguridad de la soberanía nacional y la administración de la justicia. Dentro de ese sistema el ciudadano debe poder ejercer las actividades de su preferencia sin más limitaciones que las que se deriven del derecho de los demás y del orden público. Es, en definitiva, una democracia restringida, cuyo fin es resguardar las libertades individuales para que los individuos las desarrollen. Es un sistema que debe contar con la participación activa de todos los miembros que se distinguen por la defensa y fortalecimiento de las instituciones de la sociedad civil que son el sostén y soporte fundamental del Estado de Derecho

Independientemente de las situaciones que se confronten, porque siempre -aun dentro de las mejores condiciones de gobernabilidad- habrá problemas y obstáculos que vencer. En nuestro caso -en el aspecto económico y social- eso pasa por transitar de una economía dominado por el Estado/régimen a una economía de mercado en continua evolución, producto de los cambios que se generen por las nuevas técnicas productivas y gerenciales que se deriven de la acción de quienes piensan en positivo manteniendo una actitud pro activa hacia el futuro.

Aun cuando sabemos que los cambios que se necesitan no vendrán del actual gobierno -devenido régimen opresor- debemos plantearlo formalmente, porque no podemos quedarnos callados frente a esta calamitosa situación que nos presenta este drama humano.

Frente  a todo ello pareciera que se ha cerrado la posibilidad de una salida pacífica por la vía electoral. Sin embargo, es determinante encontrar una salida antes de que se torne en una tragedia humanitaria de dimensiones difíciles de determinar con repercusiones extremadamente negativas en el cuerpo social de la atribulada Venezuela.