Tres meses se cumplen hoy desde que se aprobara la Moción de Censura en el Congreso de los Diputados, que castigó a Mariano Rajoy y su partido por escándalos de corrupción, y que llevó a Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno. Una presidencia marcada por tres hechos fundamentales: 1.Es la primera moción de censura que sale adelante en la breve historia de la democracia española; 2.Es el período de gobierno más corto de la historia (durará menos de dos años, cuando corresponde celebrar elecciones generales) y 3.Primera vez que un presidente de Gobierno tiene tan pocos escaños en las cortes (84 diputados y 61 senadores).
Estos tres asuntos marcan, sin duda, el ejercicio del poder para Pedro Sánchez, quien se ha esforzado por hacer una Presidencia de gestos llamativos -en algunos casos polémicos- y de símbolos por doquier, para asegurarse así no pasar desapercibido por La Moncloa. Pero ¿han sido solo gestos? Para analizar estos tres primeros meses de Gobierno socialista, Revista Zeta ha conversado en exclusiva con el asesor español Santos Ortega, consultor de comunicación y asuntos públicos.
«Este es un gobierno anómalo en lo que es la democracia española, una democracia muy joven que arranca en el año 78. Esta es la primera moción de censura que prospera y esa es la primera cosa que debemos destacar. Sí que es verdad que nuestro sistema lo que promueve es que haya una moción de censura donde luego se proponga un programa alternativo y esto es lo que echo en falta, porque lo que pudo percibir la opinión publica es que el objetivo estaba más basado en que el PP de Mariano Rajoy saliera del Gobierno. Tenemos un Gobierno con una minoría parlamentaria mayor de la que tenía el anterior gobierno, estamos hablando de un Gobierno que tiene 84 escaños en un congreso de 350 diputados», y que por tanto ha aprobado siete decretos leyes en nueve consejos de ministros, pues de otra forma no podría llevar a cabo sus propuestas, pero, según asegura Ortega, «la clave va a ser la capacidad que tenga el Gobierno de Sánchez de crear unas alianzas parlamentarias perdurables«.
«El gran golpe de efecto en estos tres meses que se cumplen de la moción de censura de Pedro Sánchez a Mariano Rajoy y al PP, es las figuras escogidas para componer el Gobierno de la nación, un Gobierno que tuvo una recepción fantástica, porque las figuras tienen veteranía. De hecho, Pedro Sánchez puede ser uno de los perfiles más jóvenes de su Gobierno, con sus 46 años. Han querido lanzar un mensaje claro a la UE, lo cual ha sido el movimiento políticamente más inteligente con el nombramiento de la Ministra de Economía, la señora Calviño, que fue la directora general de presupuestos de la UE, unos presupuestos descomunales y con una experiencia negociadora notable en ese tema. Y una de sus primeras misiones fue ir a Bruselas a lanzar un mensaje de tranquilidad y también a re-negociar todas las condicionantes que tenemos los españoles desde la llegada de la crisis económica (…) Otro golpe de efecto es el nombramiento de figuras como Josep Borrell, una figura que vuelve a conectar con Cataluña de una manera muy importante, pero a través de una voz que ha sido muy crítica con el independentismo catalán», aseguró Ortega.
El analista también destacó la importancia del fichaje de más mujeres que hombres en el Gabinete de Gobierno. «Es el gabinete con más mujeres de las democracias occidentales. Se lanzó un mensaje muy potente. El PSOE siempre ha tenido bastante visión en el plano electoral a la hora de hacer su toma de decisiones y uno de los grandes retos del PSOE era recuperar el voto femenino», expresó.
Sobre Cataluña
«Indudablemente, ese es el Talón de Aquiles de este gobierno», ha asegurado sin dudar el analista y asesor. «Tenemos en el mes de mayo elecciones municipales y autonómicas y a los barones socialistas les preocupa la relación que se vaya a mantener entre el Gobierno de España y el de Cataluña. Cualquier movimiento que pueda dar a entender a la ciudadanía que se está cediendo a las pretensiones de los independentistas, va a tener un costo electoral en el resto de España», aseguró.
Ante el incidente dialéctico que hace días tuvieran el president de la Generalitat y la vicepresidenta del Gobierno, Ortega expresó su visión: «Yo creo que están tratando de atajarlo de una manera diferente. Lo que se está viendo es que el Gobierno de España no quiere entrar en la provocación dialéctica y así, de alguna manera, no magnifica lo que está diciendo la otra persona».
Sobre el control de los medios públicos, la crisis migratoria y la exhumación de Franco
Muchos son los temas que rondan al nuevo Gobierno, por supuesto. ya hemos mencionado algunos, pero además hemos conversado con Santos Ortega sobre otros que han hecho bastante ruido en estos tres meses: El cambio de dirección de RTVE, el manejo de la crisis migratoria luego de la recepción del Aquarius y la recientemente aprobada exhumación de los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los caídos.
Una vez llegado Sánchez a la Presidencia, el PSOE intentó hacer un cambio en el Consejo de Administración de la televisión pública de España, Radio Televisión Española (RTVE), que estaba conformado por mayoría de periodistas afines al PP, pero su propuesta debía ser aprobada por el Congreso y por el Senado, cosa que no consiguió, debido a la minoría parlamentaria del PSOE. «Lo que ha pasado con RTVE es una muestra de la debilidad parlamentaria de este Gobierno, de su escaso margen de maniobra salvo que llegue a acuerdos y a pactos. Ahí se vio claramente. En España, cuando hay cambio de Gobierno, los cargos cambian hasta niveles de Dirección General, que en otros países no sucede porque son funcionarios, lo cual da más estabilidad. RTVE es radio y televisión, con lo cual estamos hablando de que es una plataforma muy influyente de opinión pública y obviamente siempre hay un interés político por parte de todos los gobiernos de ejercer algo de control sobre la entidad», expresó Ortega.
El caso del Aquarius fue un golpe de efecto positivo para el gobierno de España
Con respecto a la crisis migratoria, el especialista aseguró que «el tema migratorio es un problema enorme no para España, sino un problema europeo (…) Durante muchos años ha habido otros países europeos que han estado recibiendo inmigrantes, como es el caso de Italia, cosa que España no había hecho hasta ahora. España era el sitio de paso para los inmigrantes que acababan situándose en otros países de Europa. Pero en Italia hubo un cambio de Gobierno y la política migratoria también cambió. Hay una figura muy importante, que es el actual ministro del interior, Matteo Salvini, que ha cerrado las fronteras a todas esas embarcaciones que recogen a los inmigrantes que tratan de llegar a través del mediterráneo. El caso del Aquarius fue un golpe de efecto positivo para el gobierno de España porque lanzó un mensaje social muy aceptable, sobre todo en términos de imagen, porque cuando veas a todas esas personas -niños, mujeres- cuesta mucho entender que no se les pudiera atender. Pero estas cosas tienen un rédito político con un alcance muy limitado porque España tampoco se puede permitir hacer una política migratoria de puertas abiertas cuando eres la frontera con África y hemos visto que rápidamente se ha re acomodado ese discurso», explicó el asesor.
Finalmente, Ortega también nos dio su visión sobre la exhumación de Franco del Valle de los Caídos, una acción que fue aprobada en el Consejo de Ministros del pasado 24 de agosto, cuando el Gobierno de Sánchez aprobó por Decreto Ley (el séptimo en tres meses) retirar los restos del dictador que reposan en el mausoleo del monumento franquista ubicado a las afueras de la capital española.
«La izquierda y los símbolos son dos cosas íntimamente ligadas y el electorado de izquierdas necesita de esos símbolos. Otra cosa es si el símbolo escogido es el adecuado. Eso está por ver. Este gobierno se ha adentrado en un tema que no sabemos cómo va a acabar. Son muchas las incógnitas. Lo que sin duda ocurre con este tema es que se polariza la sociedad. Veremos en qué acaba todo esto, tal vez es una manera de suplir la debilidad parlamentaria para canalizarlo más en la parte simbólica, donde encuentra, además, vasos comunicantes con Unidos Podemos para conseguir una estabilidad que ronde los 150 escaños, que ya es algo más solvente para poder hacer acción política», explicó Ortega, antes de agradecer a Revista Zeta por el espacio para analizar la punta del iceberg de la política española.