El Esequibo es nuestro: ¡Es hora del patriotismo constitucional!

Por Williams Dávila

***En la isla de Anacoco no existe estado de derecho, pues allí operan grupos guerrilleros con gorras estampadas con dos estrellas rojas, armas largas y fusiles automáticos.

Sigue latente la amenaza sobre nuestro país de perder parte de la integridad territorial por parte del régimen entreguista de Maduro. Nosotros hemos sido firmes en el rechazo desde el Poder Legislativo a la judicialización de la controversia sobre el Esequibo, así como en la ratificación de la soberanía venezolana sobre la Isla de Anacoco y la fachada atlántica.

Se está violando el Acuerdo de Ginebra y es que, con interpretaciones del propio presidente de Guayana, pretenden hacer ver que el artículo 4 de este acuerdo, aprobado en 1966, permitía que mediante consentimiento de las partes se podía llegar a la vía judicial. Es completamente falso, el artículo 33 de la Carta de la Naciones Unidas habla del arreglo judicial como uno de los medios pacíficos para resolver la controversia. Aquí la interpretación está dada de manera sesgada para confundir lo que es el arreglo judicial con una controversia y justificar la demanda ante la CIJ.

Ante esta ausencia de Estado, la Asamblea Nacional ha actuado de manera nacionalista, integracionista, pensando en las generaciones futuras, y siguiendo el pensamiento democrático, cuando en 1962 Rómulo Betancourt denunció el írrito tratado emanada del Tribunal de Arbitraje de París, de 1899. Además, fue durante el gobierno de Raúl Leoni cuando se firmó el Acuerdo de Ginebra, que sigue vigente.

Los poderes del Estado y particularmente la FAN y el Ejecutivo Nacional mantuvieron silencio cómplice, mientras la Exxon Mobil invirtió en exploración y explotación de petróleo en el territorio en reclamación. Sobre esta materia, el propio Rafael Ramírez, expresidente de Pdvsa, reconoció que Nicolás Maduro, a través de dos de sus ministros permitió la instalación de transnacional petrolera en el territorio en divergencia, lo que es delito de traición a la patria.

Hemos llegado a la CIJ, porque Maduro no supo prepararse y enfrentar anuncios hechos por el secretario general de las Naciones Unidas para llevar el caso a la CIJ. Mientras esto sucedía, Guyana seguía avanzando en un plan estratégico que incluye hasta el pago de honorarios profesionales por parte de la Exxon Mobil, mientras que en Venezuela no hubo acción clara ni decidida del régimen madurista que interrumpiera estos actos unilaterales.

Maduro es el responsable, porque es el que conduce la política exterior del país de acuerdo con la Constitución. Maduro debe ser lo suficientemente patriota para defender la zona en reclamación. Maduro no ha sido capaz de defender 159 mil kilómetros cuadrados del territorio que está en reclamación. No ha defendido la integridad del territorio, con lo cual ha violado la Constitución.

No lo podemos aceptar, porque nunca hemos aceptado la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia. El Protocolo Facultativo nunca lo firmó Venezuela y en todos los tratados en los que Venezuela se ha visto obligada a participar en su discusión siempre ha establecido como cláusula de reserva ese Protocolo Facultativo de la Corte Internacional de Justicia.

Tal ha sido la negligencia que no han tenido un negociador a tiempo completo ni han convocado al Consejo de Estado ni a la Asamblea Nacional, poder legítimo que debió ser tomado en consideración.

En nuestra visita a la isla de Anacoco pudimos evidenciar la existencia de grupos guerrilleros con gorras estampadas con dos estrellas rojas, armas largas y fusiles automáticos. Esto demuestra el Estado fallido que hoy tenemos en Venezuela. La desarticulación del Estado en esta zona del país muestra que no existe Estado en una zona tan importante como es el Arco Minero. La Asamblea Nacional, cumpliendo con su rol y competencia, se hizo presente donde Maduro no lo hace para defender lo que siempre ha sido de los venezolanos. Los militares que custodian la Isla de Anacoco no estaban al tanto de la demanda de Guayana. El Ministro de Defensa no les ha informado la realidad que vivimos en el territorio

Hago un exhorto a la Fuerzas Armadas y al país: es hora del patriotismo constitucional en defensa de nuestra integridad territorial. No podemos seguir siendo indiferentes ante esta gravísima situación que afecta los altos intereses de la nación. Maduro se ha revelado inepto, incompetente e incapaz y entreguista, cuando de defender la patria se trata.