Por.- Alex Vallenilla / @alexvallenilla
-En una cadena de televisión el mandatario reveló que su criptomoneda ha sufrido ataques cibernéticos, lo que evidencia su mal desarrollo informático
Nicolás Maduro en una reciente intervención en cadena nacional reveló que la criptomoneda “petro” pudiera no ser segura, luego que excusara ante la opinión pública que este proyecto ha sido objeto de ataques cibernéticos desde Estados Unidos y Francia. Maduro aseguraba que han tenido problemas para la puesta en funcionamiento de la criptomoneda, la cual debía comenzar a comercializarse el pasado 1° de octubre según lo había ofrecido una semana atrás en otra de las acostumbradas intervenciones.
En el mundo de la tecnología de la cadena de bloques, admitir que un proyecto de estos es objeto de ataques cibernéticos se traduce en que su diseño y seguridad desde el punto de vista informático es un fracaso, es un proyecto mal diseñado y que no atraerá inversionistas de gran calado para poner liquidez en moneda fiduciaria en la criptomoneda en cuestión, Maduro, en un intento de excusar lo que ha pasado con el “petro”, lo que ha hecho es corroborar lo que conocedores de esta tecnología han venido advirtiendo, como se ha hecho en ZETA reiteradamente, que esta criptomoneda es un proyecto que no cumple con los estándares para que funcione en el mercado de los activos criptográficos, lo que podría generar pérdidas a quienes decidan colocar dinero en esta.
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La tecnología de la cadena de bloques no es posible ser “hackeada”, por lo menos con los recursos existentes actualmente, ya que su diseño como una base de datos distribuida de manera descentralizada se trata de un desarrollo que funciona por software y no por hardware, lo que no permite que se aloje de manera centralizada en un servidor determinado, sino que miles de máquinas alrededor de todo el mundo tienen acceden con sus calves privadas a la red y que según la configuración de los procesos para verificar, aprobar y confirmar operaciones, se va transmitiendo de equipo a equipo cuando uno de estos descifra la criptografía que protege cada operación, por lo menos así funciona el bitcoin y es lo que hasta ahora garantiza su seguridad, de allí la demanda y el precio que ha alcanzado hasta ahora. Para “hackear” la cadena de bloques, por lo menos de bitcoin y otras altcoins que se fundamentan en los procesos de los grupos de trabajo, un hacker tendría que engañar a decenas miles de computadoras de todo el mundo, que funcionan como nodos de la red distribuida. Quien intenta duplicar una operación, la red rechaza de inmediato el intento de fraude, ya que el protocolo no la reconoce y por lo tanto no la confirma.
En el caso del “petro” es una criptmoneda de la que todavía quienes desarrollan el proyecto no han aclarado si se trata del que programaron en la red NEM o en la red ERC20, porque hasta ahora según lo que han publicado en la web oficial, han estado utilizando las dos redes, por lo tanto en la práctica hay dos criptomonedas “petro”, cada una con 100 millones de tokens. Si Maduro confirma que han sufrido ataques, y es la razón por la que no pueden poner a operar la criptomoneda, esto indica que el desarrollo es malo y no da garantías a los inversores de que los recursos invertidos en esta no se vayan a perder con un nuevo ataque cibernético.
El desarrollo de una cadena de bloques precisamente se trata de un sistema de seguridad altamente fiable en el intercambio de activos digitales entre personas que no se tienen que conocer, sin que exista la necesidad de un intermediario como garante, ya que su diseño informático garantiza la transparencia de cada operación, según las palabras del propio Maduro, el “petro” no tiene estas prestaciones.