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La muerte de Albán y la guerra interna del chavismo

Por Jaime Granda

-Dicen que no fue casualidad que el hecho reventara el lunes 08 de octubre, cuando se encontraba ya en Caracas el senador norteamericano Bob Corker y una delegación de más de 50 periodistas internacionales

La versión inicial de la muerte del abogado, concejal de Caracas y militante de Primero Justicia (PJ) Fernando Albán no convence al mundo y las modificaciones de esa versión inicial por los voceros del régimen afianzan las dudas y la parte oscura del asunto.

Es innegable que el caso se convirtió en escándalo mundial y de nada sirvió la censura y las presiones a los medios de comunicación locales para impedir que sigan apareciendo detalles que socavan la información oficial sobre el hecho.

Lo único en lo que el Fiscal Tarek William Saab y el ministro del Interior, Néstor Reverol, coinciden es el peinado muy de moda entre los muchachos, que lucieron en sus presentaciones en pantalla. Algunos plantean que esos peinados pueden tener algún mensaje especial sobre el caso.

Como han reflejado varios medios de comunicación social, más que militante de un partido político, el abogado Fernando Albán era un activista social, y se desempeñaba como concejal del municipio Libertador de Caracas desde 2013. Fue miembro de la Comisión Permanente de Cultos, Fomento y Promoción del Buen Vivir. Era secretario nacional de Justicia Gremial del partido Primero Justicia (PJ).

Quienes lo conocieron lo describen como una persona muy religiosa, solidaria, alegre y humilde que compartió con la comunidad de la Iglesia San Ignacio de Loyola de Parque Central en muchas ocasiones.

La versión inicial del régimen habló de suicidio y justamente su condición de muy religioso hizo que sus allegados descartaran esa posibilidad, que se vio reforzada al difundirse los planos de la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) de Plaza Venezuela donde estaba recluido desde el viernes 05 de octubre por su presunta vinculación con atentado frustrado contra Nicolás Maduro el 04 agosto en la avenida Bolívar de Caracas.

Los planos indican que no hay posibilidad de que alguien tenga acceso fácil y rápido a cualquier ventana para lanzarse desde ella.

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Además. Es casi ley natural y los actuales gobernantes lo aplican sobre las muertes de Fabricio Ojeda, Jorge Rodríguez y otros que suicido bajo custodia es igual a homicidio.

El rechazo mundial a la versión inicial del régimen obligó al Fiscal Tarek Willaim Saab a rectificar que no se lanzó desde el baño.

Informaciones aportadas por funcionarios ligados a la Morgue de Bello Monte y organismos de seguridad dejan claro que la muerte no fue por politraumatismos al caer desde el piso 10, sino por inmersión. Sus pulmones estaban llenos de agua, pero el régimen obligó a alterar el acta de defunción para obviar ese detalle.

La diputada Delsa Solórzano denunció que la persona que firma el acta de defunción es médico comunitario, es decir que los médicos de verdad no quisieron asumir ese evento que afecta la ética profesional.

Los altos funcionarios del régimen han mantenido un silencio muy sospechoso sobre el asunto y otros de menor jerarquía han lanzado hipótesis tratando de culpar de la muerte del concejal a personas de su propia tendencia política sin acceso a la sede del Sebin donde ocurrieron los hechos, como fue el caso de Mario Silva culpando a Julio Borges.

Relación con la guerra interna del chavismo

El chavismo está fracturado, especialmente entre los que denominan “maduristas” y los que se consideran chavistas originales. Eso es comentario entre las bases y todo lo que hagan las cúpulas del régimen y del PSUV para negarlo son esfuerzos y recursos perdidos.

A raíz de la muerte del abogado y concejal Fernando Albán, funcionarios ligados a las actividades en el Sebin explicaron a algunos conocidos que no fue casualidad ni coincidencia que el hecho reventara el lunes 08 de octubre, cuando se encontraba ya en Caracas el senador norteamericano Bob Corker y una delegación de más de 50 periodistas internacionales. El senador republicano y su comitiva llegaron el domingo 07 de octubre

Todo apunta a que Albán se murió cuando era sometido a torturas para que culpara  por el supuesto atentado a Nicolás Maduro el pasado 04 de agosto en la avenida Bolívar, a Julio Borges, ya que Albán había sido incorporado al equipo de Borges para luchar contra el régimen venezolano.

Los funcionarios explican que eso ocurrió antes del lunes 08 y el cuerpo podía mantenerse varios días esperando mejores condiciones para informar sobre su deceso.

Es allí cuando aparece la lucha interna del chavismo y los que buscan, sin mucho escándalo y fingiendo su apoyo, la salida de Nicolás Maduro del poder.

Lanzar el cuerpo el lunes para que reventara la noticia en los grandes medios del mundo a través de los corresponsales que acompañaban al senador norteamericano ha sido un gran golpe para la ya mermada credibilidad de Nicolás Maduro y derrumba sus posibilidades de defensa ante los organismos internacionales de justicia en los que ha sido denunciado por delitos de lesa humanidad.

La muerte de Albán y la indignación mundial disminuyen las opciones del grupo madurista para seguir manejando al Estado venezolano y abre las posibilidades a ciertos cambios graduales que ante la desunida oposición permitan al chavismo seguir por otros años en el poder.

Los objetivos de esta maniobra fueron logrados y todo lo demás irá surgiendo poco a poco, incluyendo que la muerte de Fernando Albán volvió a reunir a opositores que se habían divorciado.

La muerte de Fernando Albán acabó con el apoyo de grupos internacionales creados con los recursos petroleros de Venezuela para que apoyaran al régimen y ha despertado la conciencia de decenas de gobernantes en todo el mundo que se han alineado en la estrategia de acabar con el régimen de Nicolás Maduro como paso inicial para recuperar la economía, la seguridad social y la paz política en Venezuela. Las conversaciones al respecto incluyen a Estados Unidos, en primer lugar, pero no se descarta que haya negociaciones con las potencias que apoyan al actual régimen venezolano que ha destruido la industria petrolera e impide el mejor aprovechamiento de todos los recursos mineros del país, con sus respectivas ganancias para esas potencias.