Por Alfredo Michelena.
El anuncio del envío de una flota rusa a Venezuela se da casi al unísono con otro anuncio similar por parte de los iraníes. Son anuncios que deben inscribirse en las tensiones geopolíticas que se están dando en el mundo – incluyendo a América Latina- y a las que la Venezuela chavista está jugando peligrosamente.
La cooperación militar
Una de las principales actividades que realizan las fuerzas armadas de los diferentes países es el desarrollo de la cooperación militar. Casi todas las embajadas tienen una delegación militar que entabla relaciones con las fuerzas armadas del país huésped.
Otro tipo de actividad es la realización de maniobras conjuntas entre diferentes fuerzas de seguridad. Y por supuesto las visitas de flotas, sean aéreas o navales, o combinadas con otros países. Pero el anuncio de que estas dos flotillas vendrán a Venezuela, en estos momentos de tensión entre EE.UU., Rusia, Irán y Venezuela, no es un hecho casual. Vienen por algo.
Vienen los rusos
El anuncio de la visita de los rusos fue hecha por el ministro de defensa de ese país, Sergei Shoigu, quien recibía a su homólogo venezolano Vladimir Padrino López en Moscú. Padrino se ha convertido en un habitué de Moscú, a donde viaja con frecuencia. Este año en su visita a la capital rusa, en abril, señaló que “más allá de la intención de seguir comprando armas, está la de sentar bases muy sólidas en todos los ámbitos”.
En esa visita Padrino le solicitó al “ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, un intercambio a nivel operacional». Por lo que la anunciada visita sería una respuesta a la petición de Padrino y la harían tanto la marina y la aviación rusa.
Esta no es la primera vez que una flota combinada rusa visita a Venezuela. En 2008 los rusos enviaron bombarderos estratégicos Tu-160 con capacidad nuclear a Venezuela así como al crucero nuclear Pedro el Grande y al destructor antisubmarinos Almirante Chabanenko, junto a un buque cisterna y un remolcador de altura. Los norteamericanos no levantaron la voz a pesar de que ésta habría sido la primera vez que una flota rusa paseaba por el Caribe desde que terminó la Guerra Fría. Los de la administración Obama solo dijeron que mantendrían esa visita monitoreada.
El contexto geopolítico
Esta visita se dio en un momento de tensiones entre Rusia y EE.UU. por la invasión de Georgia. Además fue una manera de protestar el proyecto de colocar un sistema de misiles defensivos en Polonia como respuesta a las pruebas misilísticas de Irán que alcanzaban Europa. En ese momento también se habló de establecer bases rusas en la región. Pero sólo Nicaragua parece haber dado una respuesta positiva al respecto. En este sentido, hay información que una base de mantenimiento podría ser inaugurada en un futuro cercano. Lo que si se estableció en Nicaragua, en 2017, fue la primera estación del sistema de navegación satelital rusa Glonass.
También en 2013 bombarderos rusos aterrizaron de visita en Venezuela. Más recientemente la compañía rusa Rosoboronexport informó que este año entraría en servicio su centro de mantenimiento de helicópteros en Maracay y que para 2019 la esperada, casi por una década, fábrica de armas Kalashnikov entraría en funciones.
Nuevo contexto
Las tensiones entre Rusia y EE.UU han vuelto a escalar. No solo por lo de Siria, sino ahora por lo de Ucrania. Además del ultimátum en relación al cumplimiento del tratado de misiles de alcance intermedio, que los EE.UU. dicen los rusos lo están violando.
Las tensiones están tan agudas que EE.UU. suspendió la reunión bilateral con Vladimir Putin durante la conferencia del G-20.
En este contexto aparece Irán, gobierno al cual EE.UU. ha vuelto a imponer sanciones pues considera que el acuerdo multilateral firmado para detener la producción de una bomba atómica no asegura que se estuviera cumpliendo. Además, Donald Trump ha afirmado que el acuerdo no incluía restricciones en el desarrollo de misiles balísticos de Irán o su apoyo a proxies en Siria, Yemen, Líbano e Irak.
Los persas
Para los EE.UU. los persas (Irán) se han convertido en los principales promotores del antisemitismo o más precisamente, del antiisraelismo. Recientemente el vicepresidente norteamericano Mike Pence se regodeaba diciendo que las acciones de EE.UU. “ya están recortando la capacidad del régimen iraní de apoyar a sus secuaces terroristas en toda la región de manera creciente».
Sin embargo, los persas están más cerca de los EE.UU. de lo que parece. Su presencia en la región y en Venezuela es notable. Y no solo en la formalidad de sus gobiernos sino que hay comprobada presencia de Hezbola. Recordemos como el mismo canciller norteamericano, Mike Pompeo, así lo refería en el caso venezolano.
También ha habido múltiples constataciones de la presencia militar iraní sea del ejército regular o de la Guardia Revolucionaria Islámica en Venezuela. Incluso ha habido denuncias del establecimiento de bases de cohetes en Venezuela.
El año pasado, el Comandante de la Marina iraní señaló que «atracará en estados amigos de América Latina y el Golfo de México en un futuro cercano … No nos enfrentamos a ninguna restricción para el despliegue en los mares, y en cualquier lugar que sentimos que tenemos intereses en desarrollar lazos, ciertamente nos desplegaremos allí y también disfrutaremos de este poder «.
Hace poco, el comandante adjunto de la marina persa, informaba: «Uno de nuestros planes en un futuro cercano es enviar dos o tres barcos con helicópteros especiales a Venezuela en América del Sur en una misión que podría durar cinco meses». Las razones de esa visita no fueron expresadas, pero sería la primera de ellas al Caribe.
Obama vs Trump
La administración Obama no manifestó ninguna oposición a la venida de aviones y barcos de guerra rusos al Caribe quizás haciendo gala de lo que manifestó el Canciller John Kerry en el sentido que la doctrina Monroe estaba muerta. Pero todo parece indicar que esta doctrina se estaría reviviendo con Trump.
La pregunta que queda en el aire es ¿Cuál será la respuesta de la administración Trump ante estas visitas? La cuales sin duda son actos de provocación.
En la situación de debilidad en que está el régimen de Maduro, estas visitas mostrarían un nivel de apoyo internacional armado, en contrapartida a las declaraciones de Donald Trump de que para una vuelta a democracia en Venezuela, la opción militar esta sobre la mesa. Estas dos visitas armadas serían una señal de que estas dos fuerzas armadas abiertamente antinorteamericanas estarían dispuestas a no permitir tal intervención en Venezuela. Son gestos y símbolos pero que en la diplomacia valen su peso en oro.
¿Amenaza crítica?
En el Senado norteamericano, en febrero, el jefe del Comando Sur, el almirante Kurt W. Tidd, advertía que «la creciente presencia de Rusia en nuestro hemisferio es particularmente preocupante, dada su inteligencia y capacidades cibernéticas» y dada su «intención de trastocar la estabilidad y el orden internacional así como desacreditar a las instituciones democráticas». Para el ya retirado almirante, el “amplio acceso a puertos y a la logística permite su «presencia perniciosa y persistente, incluida la recolección de inteligencia marítima más frecuente y la proyección de una fuerza visible en el hemisferio occidental». Además, Tidd aseveró: «Si no se controla el acceso y la ubicación, los rusos podrían eventualmente pasar de ser una perturbación regional a una amenaza crítica para los EE.UU».
Los dos Blackjacks rusos que volarán a Venezuela, lo harán como parte de una serie de ejercicios de entrenamiento que incluirán reabastecimiento en vuelo de largo alcance. Para Mark Schneider, ex funcionario del Pentágono y especialista en el ejército ruso, este como otros vuelos anunciados de los Tu-160 durante los últimos tres meses, son acciones de provocación.
La persistencia de los rusos de poner una pica no en Flandes sino en Latinoamérica y en general influenciar en toda América, es cada vez más evidente. Para los norteamericanos, baste recordar los líos que hay con la intromisión de ellos en las elecciones estadounidenses.
En cuanto a Irán, Martín Rodil, del Venezuelan American Leadership Council, opina que “Siendo Irán el punto más crítico de la política exterior de EE.UU. y uno de los temas en los que el presidente Donald Trump ha pasado más tiempo, el envío de esos barcos sería una provocación que el gobierno norteamericano no puede ignorar «
Al terminar de escribir este artículo cuatro aviones rusos llegaban a Venezuela: Dos aviones Tu-160, un An-124 y un IL-62 de la Fuerza Aeroespacial rusa. Y el ministro venezolano declaró: “Estos vuelos operativos combinados también tienen el objetivo de elevar la defensa del espacio aéreo de Rusia y Venezuela»…Nos estamos preparando para defender a Venezuela cuando sea necesario«.
¿ Cómo reaccionará la administración Trump a la presencia de flotas rusas e iraníes en el Caribe y en especial en Venezuela? Todo parece indicar que no sería con la pasividad de la de Obama.