Por CASIMIRO BUENOSVINOS
La invasión de Ucrania ha unido ideológicamente al mundo libre. El mundo de la cultura no ha sido menos, ni siquiera en la propia Rusia. Elena Kovalskaya, directora del Teatro y Centro Cultural Meyerhold de Moscú, ha sido absolutamente categórica en su rechazo a la guerra…y a Putin. «Amigos, en protesta contra la invasión rusa de Ucrania, abandono mi puesto como directora del teatro. Es imposible trabajar para un asesino y recibir un salario de él». Como es usual en la autocracia rusa, y en todos estos regímenes, las autoridades persiguen a quienes alcen su voz contra los desmanes de la élite gobernante. El moscovita Teatro Mayakovsky prohibió a su personal, actores incluidos, pronunciarse sobre la invasión a Ucrania. El Departamento de Cultura de la capital fue aún más lejos. Alertaron que cualquier comentario negativo será considerado traición.
Kovalskaya se ha atrevido a negar a Putin en el corazón del monstruo, pero otros, en los brazos de países libres, se niegan. En uno de los epicentros de la ópera, la Scala de Milán, los ánimos están caldeados. El afamado director de orquesta ruso Valery Gergiev, una celebridad mundial y amiguísimo de Vladimir Putin, se niega a condenar al nuevo Hitler. El alcalde de la ciudad, Giuseppe Sala, y el superintendente del teatro han tomado cartas en el asunto. Le han dado un ultimátum al artista para que condene la invasión o abandone la dirección de La Dama de Picas.
«Tenemos en La Scala La dama de picas dirigida por el maestro ruso que más veces ha declarado su proximidad a Putin. Con el superintendente del teatro Dominique Meyer le estamos pidiendo que tome una posición precisa contra esta invasión. Si no lo hiciera estaríamos obligados a renunciar a la colaboración», ha señalado Sala.
Se le ha enviado una carta formal a Gergiev, acordada entre la dirección del teatro y el alcalde. Reporta el Corriere della sera que el documente debe ser «una declaración firmada a favor de la resolución pacífica del conflicto». «Está muy bien -ha denunciado Sala- que se hagan declaraciones de apoyo al pueblo ucraniano, pero es necesario hacer más». Si Gergiev no procede de esta manera, será sustituido para las próximas representaciones de la ópera de Tchaikovski, del 5 al 13 de marzo. Gergiev también es el director principal de la Filarmónica de Munich, y ese puesto también está en la picota. El alcalde de la ciudad germana, Dieter Reiter, le dio plazo hasta el lunes para condenar el arrebato imperial de Putin, informa Robert Braunmüller en Abendzeitung.
Pero ahí no terminan los problemas para Gergiev. El Carnegie Hall de Nueva York canceló las actuaciones del músico este fin de semana, cuando tenía previsto dirigir tres conciertos con la Filarmónica de Viena en esta prestigiosa sala a partir de este viernes.