El jefe de la Dirección Operativa Principal del Estado Mayor General de Rusia, Sergei Rudskoi dijo que luego de un mes de la invasión a Ucrania se han “cumplido los objetivos planteados” y que ahora se centrarán en controlar el Donbás, que es la región ucraniana donde se encuentran las autoproclamadas repúblicas reconocidas por Putin de Donetsk y Lugansk.
Lo dicho por Rudskoi se puede traducir en una renuncia implícita a conquistar Kiev y puntos del sur como Odesa, enclaves estratégicos para debilitar al Gobierno de Zelenski. Ambas ciudades han soportado la fuerte ofensiva rusa casi desde inicio de la guerra, lo que parece indicar que Rusia estaría marcándose unos objetivos más limitados después de encontrarse con una resistencia ucraniana mayor de la esperada.
En su exposición, el alto mando militar defendió sin más pruebas que su testimonio y sin especificar cuáles eran, que “los principales objetivos de la primera etapa de la operación se han cumplido en general”.
Sin embargo fuentes del Gobierno ucraniano indicaban que se había producido una fuerte contraofensiva nacional que habría hecho retroceder a las tropas de Moscú.
En los 30 días de guerra, las tropas invasoras apenas se han hecho con el control de dos villas ucranianas, Jersón, al sur y planteada como puente hacia Odesa, y Izium, muy cerca de Donetsk. A pesar de los fuertes bombardeos y encarnizados combates, ciudades como Mariúpol, Chernígov, Mikolaev y Járkov resistían con éxito hasta ahora el asedio de las tropas de Putin.
Rusia ha asegurado que no descarta asaltar las ciudades ucranianas que ya están bajo asedio y que reaccionarían “inmediatamente” ante cualquier intento de crear una zona de exclusión aérea sobre Ucrania, una petición recurrente de Kiev que la OTAN ha rechazado
Según portavoces militares rusos “El potencial de combate de las Fuerzas Armadas de Ucrania se ha reducido considerablemente, lo que, recalcó una vez más, permite concentrarse en los principales esfuerzos para lograr los principales objetivos, la liberación de Donbas” añadiendo que “se ha liberado el 93% del territorio de la República de Lugansk y el 54% de la de Donetsk”.
Después de más de un mes de combates y bombardeos, Rusia ha hecho un balance de víctimas este viernes: reconoce 1.351 bajas entre sus tropas, por más de 14.000 soldados ucranianos. Sin embargo portavoces de Kiev aseguraban haber abatido más de 15.800 efectivos rusos, sin precisar sus propios fallecidos, cifrados semanas atrás en varios miles.