Estados Unidos condenó el aumento de violencia provocada por grupos delictivos que operan en El Salvador, luego que más de 80 asesinatos ocurrieran el último fin de semana de marzo, y que diera paso a la aprobación de un Régimen de Excepción por 30 días en el país, reformas a los códigos, Penal y Procesal Penal, así como a la Ley Antiterrorismo y la Ley Penal Juvenil.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, se sumó a esta condena y publicó en su cuenta de Twitter: “Condenamos el aumento de la violencia de pandillas y homicidios en El Salvador. También instamos al Gobierno de El Salvador a defender el debido proceso y proteger las libertades civiles, incluidas las libertades de prensa, reunión pacífica y expresión”.
El gobierno norteamericano enfatizó, por medio de un comunicado de prensa, la urgencia de extraditar líderes de pandillas, que han sido requeridos por ese país, a través de un tratado vigente entre ambas naciones, para que enfrenten a la justicia por los crímenes cometidos en suelo estadounidense.
De igual forma, la administración de Joe Biden expresó su preocupación por las recientes reformas aprobadas al Código Penal y a la Ley de Proscripción de Maras, Pandillas, Agrupaciones, Asociaciones y Organizaciones de Naturaleza Criminal, que además de penalizar actividades delictivas “se presta a los intentos de censurar a los medios de comunicación, evitar la información sobre corrupción y otros asuntos de interés público, y silenciar a los críticos del gobierno salvadoreño”.