*** Considera el Cardenal Baltazar Porras que en ningún caso se deben levantar las sanciones sin que antes el régimen de Maduro ceda.
Por Ángela Betancourt
A juicio del cardenal Baltazar Porras, la falta de una postura “clara” de Estados Unidos hacia Venezuela genera “mayor incertidumbre” añadiendo que en ningún caso se debería levantar las sanciones al “régimen” sin contrapartidas.
Porras finalizó en Miami una gira por varias ciudades de EEUU donde presentó a los fieles una reliquia del beato venezolano José Gregorio Hernández, cuya figura cobra mayor significado en medio de la “absurda” guerra de Rusia contra Ucrania. José Gregorio Hernández fue un “cultor de la paz” hasta el punto que ofreció su vida a Dios para que acabase la Primera Guerra Mundial. Murió en un accidente menos de un año después del armisticio, indicó Porras.
En sus visitas a Nueva York, Washington y Boston, el cardenal compartió con representantes de la conferencia episcopal estadounidense, indicando que no hubo reuniones con sectores gubernamentales estadounidenses.
Con respecto a la postura del Gobierno de EEUU de cara a Venezuela, dijo que “no se ve claro” cuál es y, según dice, eso se “complica mucho más en medio de este conflicto de Rusia y Ucrania y con la postura de parte del régimen venezolano de apoyar irrestrictamente la actitud de Rusia”.
“Esto, indudablemente, lo que genera es mayor incertidumbre y mayor desesperanza”, asegura.
El cardenal sigue defendiendo la necesidad de una solución negociada para que Venezuela pueda retomar la senda democrática, por más que reconoce que la idea de un nuevo diálogo causa rechazo dados las muchos intentos sin resultados que ha habido desde 1999.
“Ha faltado siempre la voluntad real por parte del régimen de no solamente conversar, sino de entrar en un entendimiento. Y esto hace que en buena parte de la población, hablar de diálogo en Venezuela es casi una mala palabra”, reconoce Porras. No obstante, considera que “cuando hay un conflicto cualquiera, uno tiene que buscar cómo solucionarlo y solucionarlo racionalmente”.
A su juicio, no puede ser a través de las armas ni a través de la violencia. “Hay que tener la suficiente creatividad para buscar y forjar un diálogo. E indudablemente que haya en las partes un deseo real de llegar a algún entendimiento”, dijo enfáticamente. Esa postura de la Iglesia, que “es de siempre, no de ahora”, se aplica también al conflicto de Rusia y Ucrania.
Cuando se le pregunta si el Gobierno de facto de Nicolás Maduro ha dado alguna señal de que esté dispuesto a hacer concesiones en esas cuestiones que atañen a la dignidad humana, Porras dice que no.
“Digamos a mucho decir que lo único que se busca es el levantamiento de las sanciones. Pero no pasa nada con todo lo que tiene que ver con las libertades y la independencia de los poderes, principalmente el Poder Judicial y el Poder Electoral”, indicó.
Según Porras, el régimen de Maduro se siente actualmente “tranquilo y seguro”, porque la pandemia le ha permitido tener a la población controlada y aislada y evitar las protestas. Pero eso no significa que los venezolanos estén conformes, sino que hay “represión” y “militarismo”.
A pesar de algunas mejorías en la situación macroeconómica, Porras denuncia una “situación de pobreza creciente, entre otras cosas, por “el creciente número de gente que sigue saliendo del país”.