*** El debate presidencial colombiano reveló mucho más acerca del estado de ánimo de los candidatos: Petro cansado, Fico conciliador y con humor, y Fajardo… ¿como tristón?
Suena el primer Tik Tak de hoy martes 24 de mayo en SEMANA por los lados del debate de ayer convocado por SEMANA y El Tiempo, porque parecía, a estas alturas del proceso electoral, que iba a ser imposible ver a los candidatos confrontándose cara a cara frente a las cámaras de televisión.
Pues anoche lo lograron estos dos medios. La pregunta es: ¿cuánto le trae o cuánto le quita en votos un debate como el de ayer, que se extendió por prácticamente más de tres horas, a un candidato? Pues lo que vimos anoche fue a un candidato Gustavo Petro cansado, con un discurso sin sorpresas, salvo por lo que respondió sobre la extradición de Piedad Córdoba (un sí rotundo), pero de resto, lleno de contradicciones.
Vimos a un Fico Gutiérrez tranquilo, salvo en un momento del debate en que Petro lo hostigó con los supuestos vínculos de su entonces secretario de Gobierno con la llamada Oficina de Envigado cuando Fico era alcalde de Medellín; este no se aguantó y contradijo a Petro, y lo señaló por supuestamente ser el candidato del Cartel del Golfo. De resto, se vio a un Federico Gutiérrez fresco, sin calenturas, con humor y conciliador.
Mientras tanto, Sergio Fajardo, un poco como frustrado, como tristón, puso en duda y en términos muy duros las encuestas, que son todas las que han salido públicamente, las que le dan tan pocas posibilidades de llegar a segunda vuelta, que no es una, son todas. Ya volvemos a cada uno de los candidatos, porque hay que preguntarse cuánto perdió, o si ganó, con su ausencia en el debate Rodolfo Hernández. Y la primera pregunta es obviamente ¿por qué no fue? ¿Aplicaría la elección clásica de que el que gana no se expone al desgaste de un debate?
Pues quién sabe si en su caso le sirva, porque él ha ganado en intención de voto, pero no está ganando aún las elecciones en las encuestas, le falta que lo confronten sobre sus planes de gobierno, que lo saquen de su cómodo estribillo de acabar con los rateros para escucharlo hablando de: ¿cómo va a controlar la inflación?, ¿cómo plantearía una reforma tributaria?, ¿cómo acabaría con la pobreza?, del ELN, de Venezuela y hasta de la viruela del mono, pero además que responda Rodolfo qué hará para defenderse en el llamado caso Vitalogic en el que su propio hijo está vinculado en un juicio.
Volviendo a los candidatos que sí fueron al debate, se vio claramente que Petro se cuidó en sus palabras contra Fajardo, quizá pensando en que allá podrá llevarse a sus votantes, pero a pesos se le nota nervioso. Ya es muy poco probable que pueda ganar en primera vuelta y no tiene como único rival el domingo a Fico, sino también a Rodolfo, capaz de competirle en populismo, como ha quedado claro.
Pero igualmente, luego de una campaña tan larga, Petro ha dejado ver algunas de sus muchas contradicciones. Una, que mientras el ingeniero Rodolfo revela que se ha comido cinco sancochos con Petro, en medio de los acercamientos de este último para llevárselo como vicepresidente, oferta que Petro niega, pues hoy llama Petro a Rodolfo “millonario, corrupto, uribista”, a lo que Rodolfo le responde: “Petro, ¿es que ahora no me necesita?”.
Pero una segunda contradicción, más grave aún, gravísima, es que Petro duró todo el fin de semana asegurándoles a sus electores, por no decir incendiándolos en las plazas, que hoy martes iban a suspender al registrador para parar las elecciones del domingo. Pues ayer en el debate acerca de tan muy improbable y peligroso escenario, Petro reveló su fuente, un señor Calle cercano a la campaña de Rodolfo, que tiene un almacén de artículos de golf.
Es decir, semejante amenaza contra nuestra democracia denunciada por Petro, nada menos que un golpe de Estado, ¿se reduce a un chisme que le echaron? Mientras tanto, anoche Sergio Fajardo intentó, ya tardíamente, marcar sus diferencias con Petro, cosa que no hizo por andar dedicado a pelear contra Duque y, por esa vía, contra Fico. Podemos entonces concluir que el debate de anoche reveló mucho más acerca de la personalidad de cada candidato, que desde luego los colombianos deben sopesar.