*** La mitad del país no cree ni en el PSUV ni en la oposición, revelan los números de Datincorp, por lo que hay un empate técnico entre los principales bloques políticos.
Por Francisco Poleo
Los números de Datincorp dan un panorama de partida para el ciclo electoral que se avecina en Venezuela, cuya legitimidad depende absolutamente de las negociaciones entre Estados Unidos-Plataforma Unitaria y el PSUV. De todas formas, por si acaso, todos se preparan para la contienda, incluyendo a María Corina, quien pasó diez años de travesía en el desierto para volver al punto del cual partió en 2012: las primarias presidenciales de la oposición.
Los números de la mencionada encuesta dan al PSUV un 24,12%, lo cual no quiere decir que Maduro tenga esos votos asegurados. Ojo al grupo de los chavistas peronistas: los Rodríguez, Lacava y compañía. Luego, la oposición suma 25,05%. Un empate técnico. Dentro del electorado opositor, el que más tiene es Acción Democrática con un 7,01%, seguido de cerca por Un Nuevo Tiempo con 6,51%, Primero Justicia con 3,84%, Voluntad Popular con 2,34%, Vente con 1,67%, el Lápiz con 0,67% y otros con 1,17%. Del 25,05% opositor, 15,86% es socialdemócrata, grupo que parte, a priori, con ventaja para que de sus filas salga el candidato presidencial. En base a esto, ¿Rosales o Prosperi? Si participan, ¿cuánto pueden morder Capriles y María Corina en los independientes?
Lo cierto es que la última palabra la tendrá ese 48,16% que no se identifica con nadie. Más de la mitad del país se siente huérfano políticamente. Es normal que no se crea en el chavismo luego de más de veinte años de destrucción, pero la oposición debe hacer una profunda introspección para dilucidar por qué tampoco creen en ella. Cuidado y la última palabra de ese 48,16% sea no emitir ninguna, con lo que el candidato que surja de las primarias tendrá que emprender vuelo con un plomazo en el ala.
El reto opositor son los independientes, que es lo mismo que decir los desilusionados.