Según el organismo, para 2022 y 2023 la demanda de crudo tendrá un recorte motivado a varias circunstancias.
Por José Piñeiro
La OPEP recortó este miércoles su previsión de crecimiento de la demanda mundial de crudo para 2022 por cuarta vez desde abril, rebajando además la cifra del próximo año, motivado a la desaceleración de las economías, el resurgimiento de las medidas contra el COVID-19 de China y la elevada inflación.
La demanda petrolera aumentará en 2,64 millones de barriles diarios (bpd), o un 2,7%, en 2022, dijo la OPEP en su informe mensual, lo que supone un descenso de 460.000 bpd respecto a la previsión anterior.
Las perspectivas de menor demanda dan un contexto adicional a la medida adoptada la semana pasada por la OPEP y sus aliados, conocidos como OPEP+, de realizar su mayor recorte al bombeo desde 2020 para apoyar el mercado. Estados Unidos criticó la decisión.
«La economía mundial ha entrado en un momento de mayor incertidumbre y de crecientes desafíos, en medio de los actuales niveles de inflación elevados, el endurecimiento monetario de los principales bancos centrales, los altos niveles de deuda soberana en muchas regiones, así como los continuos problemas de suministro», dijo la OPEP en el informe.
El próximo año, la OPEP espera que la demanda petrolera aumente en 2,34 millones de bpd, 360.000 bpd menos de lo previsto con anterioridad.
Durante la mayor parte de este año, la OPEP+ ha incrementado la producción de petróleo para eliminar los recortes récord aplicados en 2020 después de que la pandemia redujo la demanda.
El reporte indicó que la producción de la OPEP aumentó en 146.000 bpd, a 29,77 millones de bpd, en septiembre, liderada por Arabia Saudita y Nigeria.
Sin embargo, el cartel está bombeando mucho menos de lo previsto en el acuerdo OPEP+ debido a la escasa inversión en yacimientos petrolíferos de algunos miembros.