Los detenidos del caso, al cual ya se le menciona como el Qatargate, están acusados de pertenencia a una organización criminal, blanqueo de dinero y corrupción.
Por José Piñeiro
La Fiscalía Federal de Bélgica anunció que un juez a cargo de la investigación de los supuestos sobornos de Qatar a eurodiputados y otros miembros del Parlamento Europeo, decidió imputar a cuatro de los seis detenidos desde el viernes, entre ellos una de las vicepresidentas de la Eurocámara, la griega Eva Kaili, y otro antiguo eurodiputado italiano.
El escándalo ya conocido como Qatargate, uno de los mayores en la historia reciente de las instituciones europeas, sigue amenazando con ampliar su espectro. La policía registró además la noche del sábado el domicilio de un segundo eurodiputado, el belga Marc Tarabella. Tanto él como Kaili, quien está suspendida de todas sus funciones por la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, son miembros del grupo socialdemócrata S&D, que rápidamente manifestó su “tolerancia cero con la corrupción” y pidió que se “suspenda el trabajo en cualquier expediente y votos en el pleno relativos a los Estados del Golfo”.
Los cuatro imputados por el juez de instrucción a cargo del caso están acusados de pertenencia a una organización criminal, blanqueo de dinero y corrupción, por lo que han sido puestos bajo orden de arresto, según un comunicado oficial de la Fiscalía. El magistrado decidió, por el contrario, liberar a los otros dos detenidos, cuyos nombres no han sido revelados oficialmente, al terminar el plazo de 48 horas en que podía mantenerlos en arresto preventivo sin cargos.
Según el diario belga Le Soir, que adelantó el viernes las detenciones en el marco de una investigación judicial que llevaba varios meses en marcha, así como otras fuentes, entre los detenidos en la primera operación y ahora imputados figura, además de Kaili, el exeurodiputado italiano del S&D Pier Antonio Panzeri. Tras dejar su escaño en 2019, Panzeri dirigía la asociación Fight Impunity, dedicada a la lucha contra las violaciones de derechos humanos, que parece estar en el centro de las investigaciones judiciales belgas. Otro de los imputados es un antiguo asistente de Panzeri y pareja de Kaili, Francesco Giorgi, mientras que el cuarto sería un lobista de Bruselas al que Le Soir solo identifica como “F”.
Los dos liberados, siempre según el rotativo bruselense, son el padre de Kaili, que había sido detenido saliendo de un hotel de la capital belga con una maleta llena de dinero, y el secretario general de la Confederación Sindical Internacional (CIS), Luca Visentini, que ha quedado en libertad condicional. En el caso de la legisladora griega, una antigua presentadora de televisión de 44 años, la detención fue posible pese a su inmunidad parlamentaria debido a que la infracción que se le atribuye fue constatada en “flagrante delito”, uno de los motivos que permiten arrestar a un eurodiputado.