Evans dijo que asumió una candidatura «conbólica» que expresa la rebeldía de un sector de la población que no está involucrada en estructuras electorales.
Nota de prensa
Nicmer Evans, precandidato a las elecciones primarias de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) por el Movimiento Democracia e Inclusión (MDI), aseveró este jueves que tiene una campaña que si bien inició siendo simbólica hoy es «combólica», como una vez dijo el político venezolano Teodoro Petkoff.
«Irrumpir en el medio político, sin padrinazgo, sin partido político tradicional con financiamiento propio, habiendo sido preso político, perseguido y acosado por un gobierno autócrata y un sector de la oposición que desprecia a los que no son de su casta, es un reto sobre el cual solo estar, e incluso aparecer en algunas encuestas que no pagas, con números por encima del 5% ya es toda un proeza», precisó Evans en un polémico artículo de opinión para argumentar su aseveración.
En este sentido, el también politólogo que si bien hoy no es formalmente candidato a nada, porque no está inscrito, y que si bien el CNE tiene proscrito a MDI como partido, y la oposición pretende obligarlo a recoger firmas y pague para inscribirse en las elecciones primarias, refirió que asumió una candidatura «conbólica» que -según dijo- expresa la rebeldía de un sector de la población que no está involucrada en estructuras electorales y por tanto es distante a su turbio financiamiento.
Al ahondar en su propuesta, reiteró que encabeza un proyecto político de construcción democrática en lo político, lo económico y lo social, que se sintetiza hoy en la propuesta “Venezuela 20 Puntos”. Sobre esta propuesta dijo que hasta ahora no ha encontrado parangón en ninguna otra candidatura, opositora o chavista, que sólo se resumen en enunciados, consignas o viejos rostros hablando de lo mismo pero con tonos distintos, que representan los mismos intereses económicos de siempre, que pretenden todos medrar de la riqueza de un Estado hoy en ruinas.
Asimismo, el jefe del MDI, agregó que se trata de una campaña «combólica», que no le debe nada a nadie, se hace con la fuerza del espíritu de muchos ciudadanos que quieren un cambio con seriedad y que no quiere más de lo mismo.
«Vamos casa por casa, con volantes blanco y negro que ya casi se nos terminan, hablando de un proyecto de esperanza (…) Tenemos gente comprometida, que de manera silente y muy conciente, construyen un proyecto de reconciliación social, con cero impunidad a la corrupción, para lograr el desarrollo de una economía tripartita que logre repatriar los capitales fugados y juntos con esos recursos y el aumento de la producción nacional, lograr reconstruir el país que nos merecemos, para que nuestros hijos, esos que se han ido, puedan algún día volver», sumó el dirigente político. Antes de finalizar, precisó que si bien representa David luchando contra varios Goliat. Frente a ello, describió que saben qué hacer, cómo hacerlo y cuándo, para unificar todas las fuerzas en la construcción democrática de un mejor país, porque “Una mejor Venez