El encuentro de los gobernantes latinoamericanos celebró el 18 aniversario del ALBA-TCP, un mecanismo regional fundado en 2004 por Castro y Chávez.
Por Ángela Betancourt
Gobernantes de 10 naciones latinoamericanas y caribeñas que conforman un mecanismo regional encabezado por Cuba y Venezuela, lamentaron la destitución del presidente peruano Pedro Castillo, quien a su entender fue víctima de una operación de sus adversarios de derecha y pidieron cordura a los políticos de Perú.
Delegaciones de los 10 Estados miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) se dieron cita en esta capital en la tarde del miércoles para una cumbre.
Junto al anfitrión Miguel Díaz-Canel se encontraban el boliviano Luis Arce; el nicaragüense Daniel Ortega y el venezolano Nicolás Maduro. Además, varios gobernantes del Caribe como el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves y su colega de Dominica, Roosevelt Skerrit, entre otros.
“Expresamos nuestra solidaridad con el hermano pueblo peruano, quien se ha visto afectado por una grave crisis institucional prolongada, que ha generado una serie de hechos que atenta contra la estabilidad y el bienestar de las mayorías”, manifestaron los gobernantes en una declaración dada a conocer tras la reunión.
“Rechazamos el entramado político creado por las fuerzas de derecha de ese país en contra el presidente constitucional Pedro Castillo, obligándolo a tomar medidas que fueron luego aprovechadas por sus adversarios en el parlamento para destituirlo”, agregó el documento que además pidió a los “actores políticos” de Perú tener “cordura” y dialogar.
El encuentro de los gobernantes latinoamericanos celebró el 18 aniversario del ALBA-TCP, un mecanismo regional fundado en 2004 por los fallecidos Fidel Castro y Hugo Chávez como una forma de contrarrestar, dijeron, los intentos de entonces de Estados Unidos para imponer su hegemonía.
Los gobernantes fueron llegando a lo largo del día miércoles, y a primera hora de la tarde participaron en una sesión especial de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, el parlamento de la isla, para luego realizar a puertas cerradas su cumbre y dar a conocer su declaración final.
La declaración de 22 puntos fijó una posición común sobre varios temas regionales –además de la situación en Perú— advirtiendo sobre las acciones “desestabilizadoras” mediante la “guerra no convencional contra los gobiernos y líderes democráticamente elegidos de la región” y mencionando explícitamente como ejemplo la causa judicial contra la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner.
También expresaron la “solidaridad” del grupo con el mandatario nicaragüense Daniel Ortega frente a lo que describieron como el “acoso” de Estados Unidos y rechazaron las sanciones de Washington contra Cuba y su colocación en una lista de países terroristas.
El mecanismo de concertación política tuvo también en los años anteriores un fuerte papel en la cooperación regional como el envío de médicos o el apoyo a las naciones más vulnerables del continente. Algunas naciones se retiraron en esta década en la medida en que sus gobierno cambiaron de signo.
Actualmente está conformado por Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Antigua y Barbuda, Dominica, Granada, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas; así como Santa Lucía.