Las fuerzas rusas utilizan municiones de bombardeo llamadas «Shahed», con las que han golpeado la capital en las últimas semanas.
Por José Piñeiro
La capital ucraniana sufrió este lunes un ataque con drones, que dañó infraestructuras «críticas» de la ciudad a pocas horas de la reunión prevista entre el dictador ruso, Vladimir Putin, y el presidente bielorruso Alexander Lukashenko en Minsk.
Antes de esa cumbre, el ejército ruso informó el lunes que sus militares participarán en unos «ejercicios tácticos» en Bielorrusia, después de que en octubre se anunciara la formación de una fuerza conjunta de miles de efectivos.
Además, Rusia también anunció que varios de sus buques de guerra participarán a partir de esta semana en unos ejercicios conjuntos con la Marina china, una muestra más de acercamiento entre Moscú y Pekín frente a los países occidentales.
Por la noche, la capital ucraniana volvió a ser bombardeada por drones rusos.
«Durante la alerta aérea, se registraron 23 VANT [vehículo aéreo no tripulado] enemigos en el cielo de la capital. La defensa aérea destruyó 18 drones», declaró la administración militar de la Kiev en las redes sociales.
Las fuerzas rusas utilizan municiones de bombardeo llamadas «Shahed», con las que han golpeado la capital en las últimas semanas, agregó.
La administración civil de la capital emitió una alerta aérea inicialmente a las 01H56 (23H56 GMT). La segunda sirena, a las 05H24 (03H24 GMT), fue cancelada media hora después.
El alcalde de Kyiv, Vitali Klitschko, confirmó que se registraron explosiones en los distritos de Solomiansky y Shevchenkivskyi de la capital, y que varias infraestructuras críticas resultaron «dañadas».
Tras el ataque, el operador ucraniano de energía, DTEK, informó de que iba a imponer apagones de emergencia.
«Durante toda la noche, drones enemigos trataron de atacar instalaciones energéticas», causando «una situación difícil para el sistema (…)» y «cortes de emergencia (…)» en Kyev y otras diez regiones del país, aseguró por su parte el operador Ukrenergo en Telegram.
Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, el 24 de febrero, el país ha sufrido frecuentes bombardeos.
Los ataques se intensificaron en octubre, después de que Moscú sufriera una serie de reveses militares.
Desde entonces, Rusia optó por bombardear de manera masiva las centrales e infraestructuras eléctricas del país, dejando a millones de ucranianos sin luz ni agua en pleno invierno boreal. Francia y la Unión Europea (UE) han dicho que los ataques rusos contra la infraestructura civil constituyen crímenes de guerra, y el jefe de la diplomacia de la UE los calificó como «bárbaros».
Las autoridades ucranianas temen una nueva ofensiva en los primeros meses de 2023 desde Bielorrusia, como la que permitió a Rusia iniciar la invasión a finales de febrero.