Campeones llegaron a su casa

Argentina se rindió a los piés del combinado nacional mientras que los “Leones del Atlas” fueron recibidos como héroes

Dos aficionados saltaron al autobús en movimiento desde un puente por lo que las autoridades cancelaron el recorrido en autobús por motivos de seguridad.

Por Ángela Betancourt

La selección de fútbol de Argentina llegó a Buenos Aires con la Copa del Mundo para celebrar junto a una multitud eufórica su victoria en la tanda de penales de la final de Catar ante Francia. Los jugadores recorrieron en caravana la ciudad en medio de una ola albiceleste.

Por su parte en París se rindió homenaje al equipo subcampeón y Kylian Mbappé.

La albiceleste finalizó su caravana en helicóptero y regresó al recinto deportivo de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) ubicado en Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires, después de interrumpir su trayecto en un autobús descapotable por las aglomeraciones en el recorrido.

El vehículo que trasladaba al combinado dirigido por Lionel Scaloni partió poco antes de las 11:30 am, hora local, del predio de la AFA a Buenos Aires, donde alrededor de cuatro millones de personas esperaron su llegada.

Después de que el autobús recorrió 15 kilómetros en cuatro horas y media de travesía y de que dos aficionados saltaron al autobús en movimiento desde un puente, las autoridades cancelaron el recorrido en autobús por motivos de seguridad y lo continuaron con varios helicópteros navales.

“Agradecemos a la provincia de Buenos Aires, encabezada por su ministro de Seguridad, Sergio Berni, que fue el único que acompañó durante toda la recorrida hasta la entrada a la capital sin registrar ningún incidente, permitiendo a los jugadores abrazarse al pueblo argentino”, manifestó en un tuit el presidente de la AFA, Claudio ‘Chiqui’ Tapia Tapia.

A su vez, entre aplausos y gritos de alegría, decenas de miles de marroquíes dieron la bienvenida como héroes en las calles de Rabat a los miembros de su selección nacional tras alcanzar la cuarta posición en el Mundial de fútbol de Qatar 2022, una meta que ningún país africano o árabe había logrado en la historia del campeonato.

En un autobús descapotable, los «leones del Atlas» acompañados del seleccionador, Walid Regragui, vestidos todos con trajes azules, ondeaban banderas mientras saludaban a las multitudes a lo largo del camino entre el aeropuerto de Rabat-Salé hasta el Palacio Real del Mechouar de la capital marroquí, un recorrido de cerca de 9 kilómetros.

Estamos muy orgullosos de nuestros leones. Estoy muy contenta. Gracias a Alá por este resultado. Esperemos ganar la próxima Copa del Mundo, ¿por qué no?», explicó Manal, una joven aficionada que, envuelta en la bandera nacional, había acudido a Rabat desde la vecina Salé cinco horas antes de la llegada de la selección para coger sitio entre las primeras filas.

Para los marroquíes, lo conseguido en Catar mete a Marruecos en la historia y había que estar para disfrutarlo. «Lo que ha hecho Walid Regragui (el seleccionador) es algo excepcional, algo que no vamos a vivir en cuatro años. Mejor estar aquí en Rabat para celebrarlo», cuenta.

La comitiva entró luego en el Palacio Real donde los jugadores, acompañados al brazo de sus madres, el entrenador y el presidente de la Federación Marroquí de Fútbol, Fauzi Lekjaa, fueron condecorados por el rey Mohamed VI.