Un periodista argentino dijo que los jugadores son personas que “pierden el sentido de pertenencia”.
Por Ángela Betancourt
Un periodista de la TV Pública tildó de “desclasados” a los recién coronados campeones mundiales por no confirmar si aceptarán la invitación del Gobierno a visitarlos. La situación ocurrió durante el programa Desiguales, que conduce Lucila Trujillo, y quien vertió el comentario que repercutió fuertemente en redes sociales fue Nicolás Fiorentino.
“Hoy escuché muchas personas que no tienen nada que ver con el Frente de Todos (FdT) decir públicamente: ‘Che, a mí no me parecía mal que vayan, es la Casa de Gobierno, el Gobierno es de todos’”, introdujo la conductora.
Y fue en ese momento en que Fiorentino comentó: “Acá el análisis es otro: son jugadores a los que nosotros les pedimos que compitan a la más alta élite, en los clubes más importantes del mundo, y terminan siendo lo que yo dije antes”.
Entonces, sostuvo: “Perdón por lo que voy a decir, tal vez es el momento más incómodo, porque en este momento son ídolos nacionales y populares, pero la gran mayoría de los futbolistas profesionales son unos desclasados”.
Firme en su postura, el periodista que también trabaja en Radio Con Vos, Radio 10 y Futuröck aseveró que los jugadores son personas que “pierden el sentido de pertenencia”, pero no desde una “cuestión espiritual”, sino “en el sentido de la despolitización”.
Bajo esa línea, dejó afuera de esa consideración a algunos deportistas. “Tenés raras excepciones: Lisandro Martínez ha hecho críticas al gobierno de [Mauricio] Macri muy concretas y algunos gestos hacia este gobierno también. Tenés antecedentes como el Patón Guzmán; pero la mayoría de los jugadores esquiva radicalmente la política, pero no los hace apolíticos, porque tienen manifestaciones muy claras contra los impuestos, la Argentina de la inseguridad”, planteó Fiorentino.
En tanto, no estababa confirmado si en su recorrido por la Capital la selección pasaría por la Casa Rosada.
A ese lugar en Ezeiza llegaron a la madrugada después de arribar en un avión de Aerolíneas Argentinas que partió desde Doha e hizo escala en Roma. Tras ser recibidos por miles de personas, durmieron y se preparaban para pasar por territorio porteño desde el mediodía.