Durante la noche del lunes, los rescatistas extrajeron nueve cadáveres de los escombros del muro y el techo de la mezquita.
Por José Piñeiro
La cifra de muertos tras la explosión en una mezquita en el noroeste de Pakistán subió a 100, informaron este martes autoridades del hospital que atendió a las víctimas.
Muhammad Asim Khan, portavoz del Hospital Lady Reading, en Peshawar, dijo que por la noche llegaron más cuerpos de personas fallecidas.
El suceso ocurrió el lunes durante las oraciones vespertinas en la capital provincial de Peshawar, cerca de zonas fronterizas con Afganistán donde ha crecido la militancia islamista.
Durante la noche del lunes, los rescatistas extrajeron nueve cadáveres de los escombros del muro y el techo de la mezquita.
«Esta mañana vamos a remover la última parte del techo colapsado para poder recuperar más cuerpos, pero no esperamos encontrar sobrevivientes», dijo Bilal Ahmad Faizi, portavoz de la organización de rescate 1122.
Al menos 20 de los policías muertos fueron sepultados tras una ceremonia de oración, con sus ataúdes colocados en fila y cubiertos con la bandera paquistaní.
Shahid Ali, un policía sobreviviente del atentado, dijo que la explosión ocurrió segundos después de que el imán comenzara las oraciones.
«Vi una humareda negra subir al cielo. Salí corriendo para salvarme», relató. «Todavía escucho en mi cabeza los gritos de la gente. Gritaban pidiendo ayuda».
Ningún grupo ha reivindicado el ataque, que se da en medio de un deterioro de la seguridad en el país.
El atentado ocurrió el día en que el presidente de Emiratos Árabes Unidos, Mohamed bin Zayed Al Nahyan, tenía previsto visitar Islamabad, pero el viaje fue cancelado a última hora por el mal tiempo.
Pakistán también se prepara para recibir el martes una delegación del Fondo Monetario Internacional (FMI) para negociar un crucial préstamo para evitar caer en impago de su deuda.
Por su parte el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres condenó el atentado y lo calificó de «aborrecible», mientras que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, envió sus condolencias por el «horroroso ataque».
Pakistán enfrenta en los últimos meses un deterioro de la situación de seguridad, en particular desde que los talibanes recuperaron el poder en Afganistán en agosto de 2021.