Por Kevin Liptak (CNN)
Las declaraciones de Biden se producen horas después de que Putin pronunciara un importante discurso ante la Asamblea Federal, en el que afirmó falsamente que Ucrania y sus aliados en Occidente comenzaron la guerra y no ofreció señales de estar retrocediendo en sus ambiciones.
Según altos funcionarios estadounidenses y europeos, los objetivos de Putin no han cambiado desde que lanzó su invasión hace un año. A pesar de los humillantes reveses para su ejército y una aparente lucha de poder entre el mercenario Grupo Wagner y el Ministerio de Defensa ruso, Rusia ha logrado avances recientes en el este. Las tropas de Putin parecen estar listas para tomar la ciudad de Bakhmut, la primera victoria militar rusa significativa en meses.
Al visitar la región esta semana, Biden esperaba volver a dar un grito de guerra para Ucrania, demostrando a Putin y a Rusia que la determinación occidental no se está debilitando. Refiriéndose al comienzo de la guerra, Biden dijo que los desafíos de la invasión se extendían más allá de las fronteras de Ucrania.
“Cuando Rusia invadió, no solo puso a prueba a Ucrania. El mundo entero se enfrentó a una prueba para la eternidad”, dijo. “Europa estaba siendo probada. Estados Unidos estaba siendo probado. La OTAN fue puesta a prueba”.
Biden pareció hablar casi directamente con Putin en durante su discurso, al decir: “Los autócratas solo entienden una palabra: No. No, no. No, no tomarás mi país. No, no me quitarás la libertad. No, no tomarás mi futuro”.
“Ucrania nunca será una victoria para Rusia. Nunca”, dijo Biden entre aplausos.
“Nuestro apoyo a Ucrania sigue siendo inquebrantable”
En reuniones con el presidente de Polonia, Andrzej Duda, y otros aliados de Europa del Este, Biden reiteró su compromiso con la seguridad de esos países.
Biden agradeció a Duda por el compromiso de su país de apoyar al pueblo de Ucrania y calificó la relación entre las dos naciones de “crucial, crucial, crucial”. Biden dijo que cree que Ucrania está en una “mejor posición que nunca” y pidió a los países de la OTAN que “mantengan la cabeza y el enfoque”.
“Dejé en claro que el compromiso de Estados Unidos es real y que un año después diría que la OTAN es más fuerte que nunca”, dijo Biden.
“Puedo decir con orgullo que nuestro apoyo a Ucrania sigue siendo inquebrantable”.
Biden anunció este lunes que se uniría a las naciones europeas para anunciar nuevas sanciones contra Moscú y presentar otro paquete de asistencia de seguridad además de las decenas de miles de millones ya comprometidos este año.
La Casa Blanca dijo antes de su viaje que Biden hablaría por teléfono en el transcurso de la semana con otros líderes occidentales, incluido el primer ministro Rishi Sunak de Reino Unido y el presidente Emmanuel Macron de Francia.
“La libertad no tiene precio. Vale la pena luchar por él, durante el tiempo que sea necesario. Y ese es el tiempo que estaremos con usted, señor presidente, el tiempo que sea necesario”, dijo Biden a Zelenski en Kyiv este lunes.
La próxima pelea
Sin embargo, ni Biden ni ningún otro líder occidental ha podido decir exactamente cuánto tiempo será, por lo que esta semana se trata tanto del año que viene como de los últimos 12 meses.
La guerra ha dejado una marca indeleble en casi todos los aspectos de la presidencia de Biden y él ha dejado su huella en la guerra, desde los miles de millones de dólares en envíos de armas hasta la alianza occidental recién fortalecida. La guerra ha causado convulsiones en la economía global y ha creado problemas políticos en casa, al mismo tiempo que le brinda a Biden una oportunidad para demostrar su tan repetida frase de que “Estados Unidos está de regreso”.
Los funcionarios de la Casa Blanca han analizado el aniversario de esta semana durante semanas, señalando constantemente que hace un año, cuando las tropas rusas se concentraban en la frontera con Ucrania, había muchas personas —incluso dentro de Gobierno de Biden— que predijeron que Kyiv caería en cuestión de días.
La sorprendente resistencia del pueblo ucraniano, junto con la inesperada ineptitud de las fuerzas rusas, han impedido una toma total del poder. En cambio, la guerra se ha convertido en lo que el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, describió la semana pasada como una “guerra de desgaste demoledora” sin un final a la vista.
“Creo que es prudente estar preparado para una guerra larga”, dijo este viernes el canciller alemán Olaf Scholz —quien visitará a Biden en la Casa Blanca a principios del próximo mes—, a Christiane Amanpour de CNN.
Estados Unidos y otras naciones occidentales han estado enviando lotes de armas, tanques y municiones a Ucrania, aumentando constantemente lo que están dispuestos a proporcionar con la esperanza de cambiar así la trayectoria de la guerra. No es suficiente para Zelensky, quien quiere armas más pesadas y aviones de combate.
Los funcionarios estadounidenses dijeron que esperan que la entrada masiva de armamento a Ucrania, incluídos nuevos vehículos, misiles de mayor alcance y sistemas de defensa aérea Patriot, ayude a Ucrania a prevalecer en el campo de batalla y poner al país en una posición más sólida para negociar el fin de la guerra.
Pero sigue sin estar claro qué parámetros estaría dispuesto a aceptar Zelensky en cualquier negociación de paz, y EE.UU. se ha negado rotundamente a definir cómo sería un acuerdo más allá de afirmar que será Zelensky quien decida
Choque con Putin
La última vez que Biden habló desde el patio del Castillo Real, el contenido de su discurso de 27 minutos fue opacado por un mensaje improvisado sobre Putin hacia el final.
“Por el amor de Dios”, proclamó, “este hombre no puede permanecer en el poder”.
Casi un año después, Biden regresó al Castillo Real para conmemorar el aniversario de una guerra que lo ha enfrentado cada vez más directamente con el líder ruso, en una dinámica de la Guerra Fría exacerbada por la visita secreta de Biden a Kyiv un día antes.
De pie junto al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, Biden aprovechó su presencia en la capital ucraniana para burlarse de Putin por fracasar en sus ambiciones de invadir y controlar el país.
“La guerra de conquista de Putin está fracasando”, dijo Biden, y agregó: “Pensó que podría sobrevivirnos. Ya no creo que piense eso”.
A diferencia de la última aparición de Biden en Varsovia, que se produjo cuando las fuerzas de Putin parecían en retirada y los observadores esperaban que la economía rusa se derrumbara bajo el peso de las sanciones occidentales, la guerra ahora parece estar lista para extenderse al menos un año más. Actualmente no hay esfuerzos serios para negociar el fin de los combates.
Si alguna vez hubo un momento en que Biden y sus asistentes esperaban evitar personalizar el conflicto de Ucrania, eso ocurrió mucho antes del aniversario de esta semana. Biden ha definido a Putin un “criminal de guerra” y un “matón puro”, ha acusado a Rusia de genocidio y, en su discurso del castillo, hizo un llamado implícito a un cambio de régimen.
Hablando con los periodistas antes del discurso de Biden, el asesor de seguridad nacional de EE.UU., Jake Sullivan, dijo que eso no estaba planeado como una refutación directa a Putin.
“No preparamos el discurso como una especie de cabeza a cabeza”, dijo Sullivan. “Este no es un concurso retórico con alguien”.
Preocupación sobre el futuro de la guerra
Mientras tanto, la semana pasada surgieron nuevas preocupaciones sobre los suministros disponibles de municiones y armas, una clara indicación de que Occidente no puede brindar apoyo ilimitado para siempre, ni logística ni políticamente. Así lo demuestran las encuestas que indican que el apoyo al esfuerzo bélico está disminuyendo.
En Estados Unidos, algunos republicanos conservadores se han negado a brindar más ayuda a Ucrania, aunque los líderes del partido parecen inquebrantables en su apoyo. Mientras Biden se prepara para anunciar sus intenciones de postularse a la reelección, aumenta la ansiedad en Europa de que un cambio en la Casa Blanca presagie un cambio en la política hacia Ucrania.
“Tengo que decir que existe preocupación, tanto en Polonia como en Ucrania, sobre el poder de permanencia de Estados Unidos más allá de este Gobierno. Esta guerra sería completamente diferente sin el apoyo de los Estados Unidos”, dijo Michal Baranowski, director gerente en Varsovia del German Marshall Fund.
«El hecho es que estamos luchando contra el tiempo, ¿verdad?» dijo Baranowski. “Quiero decir, realmente el tiempo está del lado de Rusia, que está perdiendo pero tiene muchos recursos para agotarnos en Occidente. Eso es lo que me da pausa. Espero que tengamos el poder de permanencia”.
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