Para el autor, la ONU se encuentra trabajando en todo el territorio nacional, junto a entidades públicas, organizaciones de la sociedad civil, sector privado.
Por Julio Castellanos
En la medida en que la situación política y económica se ha complicado en Venezuela, las Naciones Unidas y sus distintas agencias han intensificado sus actividades en el país. Es un compromiso que todos debemos agradecer porque va dirigido, con seriedad e independencia, a apoyar a los más vulnerables, a la promoción de los derechos humanos y acompañar el complejo proceso político nacional.
Conforme a la información suministrada en su portal web, la ONU se encuentra trabajando en todo el territorio nacional, junto a entidades públicas, organizaciones de la sociedad civil, sector privado, donantes y comunidades, integrando los pilares de Acción Humanitaria, Desarrollo y Paz, de hecho, para 2021, sus actividades se encontraban en 332 municipios, alcanzando a 4,5 millones de personas para mejorar su acceso a la salud, a servicios de agua y saneamiento y a una alimentación diversificada.
Hay dos noticias relativamente recientes que deben tenerse en cuenta: 1) en 2022, la CAF y la ONU suscribieron un convenio para el financiamiento de las actividades de mitigación de la crisis humanitaria compleja en Venezuela y 2) Los acuerdos de México entre el gobierno y la Plataforma Unitaria permitirán, a través de la ONU, el uso de fondos retenidos en el exterior en actividades de atención social en el país. Ambas son buenas noticias porque la confianza que despierta la ONU entre todos los actores sociales, económicos y políticos es sustancial y, claramente, sus agencias tienen amplia experiencia en atención de crisis sociales en contextos de conflicto.
Para que la ONU pueda efectuar sus labores en un país, un estado o un municipio, debe contar con el respaldo y apoyo de todos los actores locales relevantes. Considerando las distintas problemáticas en nuestro municipio; muchas de ellas de alta gravedad como la falta de agua en el 70% del territorio lo cual constituye una flagrante violación de derechos humanos, todos los actores e instituciones que hacen vida en Tocuyito debemos procurar la interlocución con las agencias de las naciones unidas para establecer mecanismos de colaboración que coadyuven en la mitigación del impacto de la crisis humanitaria compleja en nuestra jurisdicción.
Los concejales suplentes de AD, preocupados por el drama social que se vive en las distintas comunidades del municipio Libertador, establecerán en los próximos días comunicación institucional con Gabriel Irwin, Oficial de Asuntos Humanitarios de ONU – Venezuela, a fin de procurar que nuestro municipio, finalmente, tenga algún tipo de relación de colaboración con tan importante organización en la lucha contra el hambre, la falta de agua y la atención sanitaria a los segmentos poblacionales más vulnerables. Esperamos que actores como el Alcalde, Oscar Orsini, la sociedad civil organizada, como las distintas confesiones religiosas y la Cámara de Comercio, puedan también sumarse al interés de posicionar a Libertador en el mapa de las actividades de la ONU. Puede que existan diferencias de criterio entre todos los actores locales, pero nuestro interés debe ser, primeramente, la atención a los ciudadanos que sufren la peor parte de la crisis.
Las opiniones publicadas en Zeta son responsabilidad absoluta de su autor.