El cerrador puertorriqueño Edwin Díaz tuvo que ser sacado en sillas de ruedas del terreno de juego tras aparentemente sufrir una grave lesión al celebrar la victoria de su equipo contra la República Dominicana en el Clásico Mundial de béisbol este miércoles.
Díaz se puso a festejar alrededor del montículo con sus compañeros tras lanzar un noveno inning perfecto de tres ponches para sellar el triunfo 5-2 que le dio a los boricuas la clasificación a los cuartos de final.
El grupo de jugadores saltaba eufórico cuando Díaz se desplomó y se sujetó de su pierna derecha.
Díaz estaba en llanto y no era capaz de poner peso sobre la pierna, al tiempo que un coach y un fisioterapeuta le prestaban auxilio para llegar a la cueva.
El hermano de Díaz, Alexis, también lloraba mientras Edwin era sacado en sillas de ruedas. Francisco Lindor, compañero de Díaz con los Mets de Nueva York y torpedero de la selección puertorriqueña miraba atónito con las manos puestas sobre su cabeza.
Díaz, derecho de 28 años, ha sido seleccionado dos veces para el Juego de Estrellas y consagrado en igual número de ocasiones como el mejor relevista del año. Viene de una sensacional temporada con los Mets, con 32 rescates, efectividad de 1.31 y 118 ponches en 62 innings. Tras declararse agente libre, firmó un contrato de 102 millones de dólares y cinco años para seguir en Nueva York.
Se transformó en uno de los jugadores más populares de los Mets tanto por su dominio como lanzador como por entrar a los partidos con una pegajosa canción al son de trompetas.
Díaz sale del bullpen del Citi Field al ritmo del tema «Narco» por Blasterjaxx y Timmy Trumpet. Se pintó las trompetas en sus zapatillas para el Clásico y salió a lanzar la noche del miércoles en Miami con la canción.
Por qué importa: El choque de Puerto Rico y Dominicana era uno de los más llamativos del Clásico y la victoria de los boricuas sobre uno de los grandes favoritos del certamen los mete en siguiente fase. Sin embargo pierden a una de sus estrellas.