*** El autor destaca la energía renovada de Acción Democrática, pero critica la rabia excluyente de la derecha y a la izquierda que se ha unido al régimen, a la vez que señala al adequismo como originalmente republicano, austero y cordial.
En Venezuela, se está viviendo una nueva etapa política y las tendencias se están definiendo claramente. Por un lado, está el movimiento adeco que ha renovado sus energías con raíces profundas que llegan al fondo de la realidad venezolana. Esta nueva Acción Democrática se ha purgado de traficantes y logreros y se manifiesta en un sentimiento democrático y solidario.
Por otro lado, la derecha venezolana está consolidando su rabia excluyente en torno a Machado, mientras que la izquierda se encuentra en un grotesco maridazgo con un régimen fascista. Las mayorías venezolanas son adecas, pero del adequismo original, republicano, austero y cordial.
El adequismo original era inteligente y tenía la ternura que se encuentra en la poesía de Andrés Eloy. Sin embargo, fue deformado por sedicentes intelectuales que lo acartonaron con ideologías artificiales e imprácticas. Curiosamente, Rómulo Gallegos, un adeco original, fue criticado severamente por los furibundos de la época cuando, tras ser derrotado por Medina en elecciones presidenciales, civilizadamente fue a la casa del ganador a felicitarle por su triunfo.
AD ha demostrado una estrategia eficaz y capacidad para ejecutarla, expresando al centro y a la izquierda democrática. Mientras tanto, la derecha apuesta a las rivalidades del centro. En este nuevo panorama político, queda por ver cómo se desarrollarán las tendencias y quién logrará consolidar su posición en el país.
Las opiniones publicadas en El Nuevo País son responsabilidad absoluta de su autor.