Nelson Bocaranda, periodista venezolano, ha llamado en un hilo en Twitter a Hugbel Roa como “EL TIRAnosaurio rojito”.
El director del portal Runrunes comienza sus tuits recordando cuando Nicolás Maduro se refirió al exdiputado Roa acusándolo de ‘orgías en el Country Club’. Según Bocaranda, el inquilino de Miraflores se refería a un episodio más complejo que comenzó apenas nombraron a Tareck El Aissami como jefe de PDVSA. Bocaranda explica que, cuando esto sucede, el ex ministro del Petróleo pidió «que le remodelen la oficina de Rafael Ramírez y pide en comodato la mansión recién expropiada por orden de Maduro al empresario Tobías Carrero cuando lo acusan de participar en complot para derrocar a Maduro».
Bocaranda continúa narrando que «al aceptar El Aissami mudarse a La Campiña su panita Roa se muda a la ex sede de El Aissami y comienza el loco disfrute con las amiguitas pagadas por la corrupción ¿de Petro Cedeño o PDVSA?. Roa se desata con sus compinches e invita a sus panas a gozar de este burdel privado de lujo. Tras varios meses en el lupanar de lujo, Roa se muda para otra casa no si antes desvalijar TODA la quinta de Carrero y sólo dejar los clavos en la pared. Obras de arte. Muebles. Equipos y carros. Todos pasan a ser suyos y de sus compinches a los que ‘le tira alguito'».
Bocaranda también menciona que «en Mérida recuerdan los curas y obispos de la Catedral como Roa y sus rojos compinches (como El Aissami) se orinaban en las paredes de la iglesia cuando los obispos salían.
«¿Cómo es posible que ninguno de sus compinches siquiera lo denunciara (a Roa)? Indicativo de que la Operación PDVSA, trasvase de carga en barcos, movimientos de dólares, transferencias, criptomonedas giradas, chantaje y extorsiones a compradores de crudo en el mar alimentaban por días fondos de PDVSA hasta que luego los sacaban para no despertar sospechas en una operación coordinada entre pillos rojos. Petro Cedeño colaboraba en la mampara. Pregunto: ¿Irán y Cuba participaron?», finalizó Bocaranda.