La Corte Internacional de Justicia (CIJ) ha fallado en contra de Venezuela en el diferendo con Guyana por el Esequibo, al rechazar la excepción preliminar planteada por el régimen de Nicolás Maduro en el caso relativo al Laudo Arbitral del 3 de octubre de 1899. Sin embargo, el gobierno de Maduro ha reaccionado asegurando que «celebra» la sentencia por considerar que el tribunal le dio la razón en dos aspectos clave: al reconocer que puede revisarse la conducta ilícita y fraudulenta del Reino Unido de Gran Bretaña, y al dejar claro la existencia y vigencia del Acuerdo de Ginebra de 1966, único instrumento válido para dirimir esta controversia territorial.
Delcy Rodríguez, vicepresidenta madurista, ha informado que en los próximos días Maduro hará «una gran consulta a la patria» sobre las implicaciones que tiene esta sentencia. Además, el régimen evaluará las implicaciones de esta decisión «de manera exhaustiva y adoptará todas las medidas a su disposición para la defensa de sus legítimos derechos e integridad territorial».
El gobierno de Maduro ha recordado su postura de que el Acuerdo de Ginebra de 1966 es el único instrumento válido y vigente para resolver la controversia sobre el territorio de la Guayana Esequiba, mediante negociaciones políticas en aras de una solución práctica. No obstante, la CIJ avanzará con el análisis de la demanda interpuesta por Guyana contra Venezuela para resolver la disputa sobre la validez o no del Laudo Arbitral de 1899 que le adjudicó al Reino Unido el territorio del Esequibo, una decisión que Venezuela protestó en su momento y desde entonces ha rechazado.