El Manchester City derrochó clase y dominio en la cancha para aplastar 4-0 este miércoles al Real Madrid y convertirse en finalista de la Champions donde se enfrentará el 10 de junio al Inter. El resultado global fue de 5-1 en la serie.
Fue un 4-0 claro, que no hubo mística copera del Merengue que pudiera empañar. El City ejecutó una obra brillante, casi perfecta.
El doblete de Bernardo Silva en el primer tiempo fue simplemente la consecuencia lógica del aplastante juego de los Citizens: hilvanando largas jugadas a puro toque de primera, encontrando siempre los espacios en el mediocampo, atacando por los dos laterales y con un Jack Grealish muy inspirado. Sin embargo el alemán Toni Kroos dio una clarinada a los 34 minutos con un gran disparo de larga distancia que se estrelló en el travesaño.
Fue lo único de los españoles en la primera parte.
El segundo tiempo tuvo más lógica. Madrid sacó a relucir su orgullo, mostró la rebeldía que no tuvo en el primero y, por lo menos, agarró la pelota.
El City cedió la posesión y se paró de contra, con Erling Haaland en su situación ideal: correr a campo abierto.
Sin embargo, el tercer gol -el que terminó de sentenciar la serie- no llegó por esa vía, sino desde un centro frontal que cabeceó hacia el arco Akanji y se desvió en Militao, desorientando a Courtois.
Sobre el final y con Real Madrid resignado, el argentino Julián Álvarez volvió a demostrar que está para los grandes partidos: definió bárbaro un gran pase de Phil Foden para poner el 4-0 definitivo.
Un partido redondo de los hombres de Pep Guardiola. Les salió todo, minimizaron a un equipazo como Real Madrid y le mostraron a su rival de la gran final, Inter, el poderío que deberá enfrentar.
Por qué importa: Tras su aplastante victoria este miércoles, el Manchester City enfrentará ahora al Inter el venidero 10 de junio en la final de la Champions.