Agua

Julio Castellanos: ¿Qué hacemos en la resistencia?

El autor destaca que los conciertos en Waikiki pueden ser más conocidos en los medios de comunicación que la ausencia de agua e insumos médicos en los hospitales y ambulatorios del estado Carabobo.

Por Julio Castellanos

Hace poco fui designado coordinador del Departamento de Derechos Humanos del Comité Ejecutivo Seccional de AD – Carabobo, un rol que espero honrar con trabajo sistemático en favor de convertir a nuestra organización en una referencia actual en materia de justicia social, progreso y acción contundente en favor de la dignidad humana. En este rol iniciamos algunas tareas que esperamos puedan ser significativas para crear un ecosistema de interacción y cooperación institucional útil para la futura democracia venezolana, el criterio que nos motiva es que, como dijo Betancourt, «este país es de todos y lo construimos entre todos», aunque AD tenga un rol trascendente, todos los venezolanos y todos los amigos de Venezuela en el mundo, tenemos una tarea que ejercer en la solución de la crisis humanitaria más grave del continente: nuestra crisis.

Primero, iniciamos una agenda de reuniones con los funcionarios de las Naciones Unidas, específicamente con la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), tanto en Caracas como luego en Valencia, a fin de incorporar a Carabobo en el mapa de prioridades de la acción multilateral para la mitigación de la Crisis Humanitaria Compleja. Gracias a estas labores, los técnicos de la OCHA pudieron efectuar encuentros con diputados y concejales de Carabobo, esto conducirá a una apreciación internacional de nuestra situación social regional más congruente con la realidad porque, debe decirse, a veces nadamos contracorriente dado que los conciertos en Waikiki pueden ser más conocidos en los medios de comunicación que la ausencia de agua e insumos médicos en nuestros hospitales y ambulatorios, pese a ello, esos muros desinformativos están cediendo y la dura verdad de Carabobo está siendo, por nuestra voz, más conocida y comprendida.

Asimismo, celebramos junto a nuestros compañeros de la Fundación Friedrich Ebert (FES), una conferencia dirigida a nuestros militantes con el sugerente título «El futuro del trabajo y el salario en Venezuela». En dicho evento, el economista Manuel Sutherland y la socióloga Jacqueline Richter brindaron datos técnicos que permiten enriquecer la acción pública de nuestros líderes sindicales y gremiales. Esto es un aspecto clave. AD ha estado por más de 35 años fuera del poder y, si finalmente el voto popular, como es previsible, nos lleva a ejercer roles de máxima importancia en el futuro cercano, pues, no solo debemos ser excelentes activistas en la calle, también debemos ser efectivos gerentes públicos.

Dentro de poco organizaremos un encuentro de municipalistas en Carabobo para orientar a la opinión pública sobre la necesidad de rescatar el proceso de descentralización, las competencias y atribuciones de los municipios y la práctica de la participación ciudadana de forma real y no solo enunciativa. Debe quedar claro, a esta fecha, de cuál es la «propuesta» del régimen, cuál es el futuro que prometen y los frutos vergonzosos que semejantes ideas nos han dado. Pues bien, ante las circunstancias, AD «en resistencia» también está diciéndole a todos los venezolanos cuál es nuestra alternativa, cuáles son nuestras ideas y el futuro de prosperidad que podemos construir para el país y su gente.

El venezolano, cansado de la diatriba estéril, necesita un rumbo en el cual pueda depositar su confianza. En los rostros de los carabobeños de a pie no he visto deseos de venganza, no veo a nuestra gente pidiendo que el próximo gobierno debe «hervir en aceite la cabeza» de nadie, al contrario, la aspiración colectiva es la reconciliación. Pues bien, en la resistencia estamos trabajando a diario por ofrecerle al país y a Carabobo un camino de justicia social, de dignidad, de respeto y libertad, lo haremos construyendo puentes con todas las organizaciones nacionales e internacionales con vocación para ayudar a Venezuela a salir de la Emergencia Humanitaria Compleja, lo haremos con ideas claras y presentadas transparentemente a la ciudadanía (porque nosotros no hacemos politica con capucha, lo hacemos con el rostro descubierto) y, que sea el ciudadano, con su voto, en las primarias y en las elecciones presidenciales, quienes decidan por la mejor opción.

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