El Comité de Competición sancionó al Valencia CF con el cierre parcial del estadio de Mestalla durante cinco partidos por los insultos racistas recibidos por Vinicius durante el partido del pasado domingo y, además, deja sin efecto la tarjeta roja que vio el brasileño, como lo solicitó el Real Madrid en su escrito de alegaciones.
El Comité, integrado por tres miembros en representación de la RFEF, LaLiga y el CSD, considera probado que, tal y como reflejó el árbitro en su acta, hubo gritos racistas al jugador del Real Madrid, «alterando el normal desarrollo del mismo y considerándose las infracciones muy graves». Además, se le impone al Valencia una sanción económica de 45.000 euros.
La resolución se basa en el acta arbitral, el informe realizado por el Oficial Informador, así como las denuncias del Director de Integridad federativo, LaLiga y el escrito de alegaciones formulado por el Real Madrid. Apoyado en «pruebas videográficas», Competición constata que antes del inicio del partido ya hubo cánticos racistas contra el jugador, y durante el partido, lanzamiento de objetos al campo e insultos racistas desde la Grada de Animación Mario Alberto Kempes a los que Vinicius señaló «indicando: «me ha llamado mono» y haciendo gestos con las manos emulando a un mono». En su dictamen, el órgano disciplinario recogió todos los insultos, los cánticos «·emulando el sonido de un mono» y que, «tras la expulsión en el minuto 90, se produce un cántico generalizado por toda la grada de «Mono, mono» que transiciona a «Tonto, tonto».
Por qué importa: Además de retirársele la tarjeta roja a Vinicius, el Comité de Competición sancionó al Valencia CF con el cierre parcial del estadio de Mestalla durante cinco partidos por los insultos racistas proferidos contra el brasileño. Además, multaron al Valencia con 45.000 euros.
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