Cientos de personas se vieron obligadas a huir de sus hogares tras las inundaciones provocadas por el derrumbe de la represa de Kajovka en el sur de Ucrania.
El fuego de artillería seguía sonando mientras la gente se apresuraba a salir de la zona de peligro en lanchas o camiones militares.
Al día siguiente de que se rompiera la presa, seguía sin estar claro qué lo había provocado. Ucrania acusó a Rusia de volar el muro, mientras que Rusia atribuyó el derrumbe a los bombardeos ucranianos.
Las autoridades dijeron que esperaban que la fuerza del torrente remitiera a lo largo de la jornada, aunque se estimaba que las aguas aún subirían un metro más (unos tres pies) en las 20 horas siguientes y anegaran más zonas a las orillas del río Dniéper.
La represa hidroeléctrica y el embalse de Kajovka, una de las más grandes del mundo, es esencial para el suministro de agua potable y de regadío a una enorme extensión del sur de Ucrania. Se encuentra en una zona controlada por Moscú desde hace más de un año, donde el río Dniéper separa a los dos bandos.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, acusó el miércoles a Moscú de “destrucción deliberada” de la represa.
“Cientos de miles de personas se quedaron sin acceso normal a agua potable”, dijo en una publicación en Telegram.
Algunas personas pasaron la noche en los tejados. Otros que trataban de huir fueron evacuados en autobuses y trenes con las pertenencias que podían cargar.
Por qué importa: Tras el derrumbe parcial de la represa se estimaba que las aguas aún subirían un metro más en las 20 horas siguientes y anegaran más zonas a las orillas del río Dniéper.
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