Carlos Ojeda: La violenta muerte de  la Democracia

María

“Halcón que se atreve con garza guerrera,

peligros espera” Gabriel García Márquez

Según el autor, «los ciudadanos no queremos ser invisibles. Necesitamos un gran equipo. Todos somos necesarios. Nadie es más importante que nadie. Me niego a que esta sea la crónica de un fracaso anunciado». 

Por Carlos Ojeda

Conspiración de notables, medios de comunicación, políticos fracasados, empresarios y ñangaras. Desprecio total por esos pendejos juan bimba que instauraron la democracia –con defectos sí– pero perfectible. Antipolítica ingrata. Arrogante vanidad de quienes jugaron y juzgaron con simplismo e inocencia las consecuencias de su desventura. Violencia contra violencia. Noticia de primera página en un cualquier 4 de febrero de la historia contemporánea.

Acuchillada y muerta se encuentra la democracia representativa

Los culpables. Confesos y arrepentidos pensaron que eran tres años de condena. Se equivocaron, van veinte y tres años ¡Por ahora!

 Capítulo 1

Generación del 28. Jóvenes idealistas de diversos ideales se organizaron. Planificaron una estrategia. Pactaron el éxito de los gobiernos civiles. Los frutos brotaron. Cuarenta  años de gobiernos alternativos democráticos. Venezuela cambió su faz. Desarrollo, educación, progreso, estabilidad económica. Producción energética, agrícola e industrial. La fiesta de la democracia la disfrutamos pobres y ricos, blancos y negros, criollos y extranjeros. Alguien propuso evolucionar de un país en vías de desarrollo a la economía global. Los notables sentenciaron ¡Los partidos deben morir! Mataron a la Democracia.

Capítulo 2

La coronación de CAP en 1988. Fidel la vedette –conspirador impenitente-. Luego: El gran viraje. El caracazo un 27 de febrero de 1989. Inestabilidad social. Ambiciones económicas. Tensiones políticas. Solo el General Carlos Julio Peñaloza fue capcioso. Los demás, estaban plenos de virginal inocencia.

Capítulo 3

Recuerdo haberle dicho a mi compadre Glen David en algún momento de algún día. Vamos directo al pasado, al caudillismo, al militarismo. Vamos directo al fracaso.

Capítulo 4

Hugo Rafael fue sobreseído. Un despliegue de ancestrales y olvidados políticos le aconsejan. Un gran apoyo financiero le rodea. Chávez destroza a la reina de belleza en las encuestas. Frijolito va al rescate. El partido del pueblo -si ese mismo hecho organizacionalmente -copia y calca del stalinismo- les da libre albedrío a sus militantes. El pueblo jamás votaría por quien no se parece a ellos. Ganó el Delfín de Fidel. Nos jodimos.

No soy el Gabo. No hay Capítulo 5. Si ofrezco, un final inesperado y feliz en mi crónica.

“La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla.” Gabriel García Márquez.

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La realidad supera la ficción, expresó Oscar Wilde en algún libro. Nuestra democracia podría renacer cual ave fénix ¡Ciertas condiciones aplican!

La democracia participativa –Chávez dixit- fue posible y estable relativamente, gracias al compromiso, al mutuo respeto y la confianza que se profesaban los diferentes líderes de los diversos partidos políticos con pluralidad de ideales. El recordado pacto de Punto Fijo incluía una alternatividad democrática sin traumas y con ciertas líneas de desarrollo socio económico en común. Nadie se abogaba, la verdad absoluta. Nadie se consideró infalible. Nadie quiso ser Dios.

Es una verdad pública, que sólo dos candidatos en la Plataforma Unitaria al inscribirse, tuvieron acompañamiento popular. Músculo partidista político organizacional podríamos definirlo. Uno de ellos fue la Ing. Maria Machado con un par de cuadras de apoyo, y el otro fue el Abogado Carlos Modesto Prosperi, quien sorprendió a tirios y troyanos ante la avalancha de pueblo que aclamaba su victoria.  El resultado de ese careo del viernes 23 de Junio. La polarización entre estos dos aspirantes con opción real en las primarias.

Las reacciones fueron diferentes. Carlos Modesto, prosiguió el plan estratégico programado de recorrer cada estado, cada municipio, cada parroquia y tocarle la puerta a cada ciudadano, para demostrarle a todos y cada uno, las bondades del plan de la prosperidad.

La Sra. Machado optó por un gran despliegue publicitario en la redes. Un discurso que pareciese desafiante ante un régimen plenipotenciario y todo poderoso. Una actitud mesiánica y por primera vez –me disculpan pero es una crónica-  lució incoherente en su discurso.

2019: “Con la dictadura no se negocia”.

2023: “Tienen que negociar es conmigo”.

La realidad supera la ficción. Sin embargo debo desechar de mis crónicas, afirmaciones tácitas sobre la cercanía de nuestra precandidata, al capitalismo inclusivo inglés, así como el posible sobre apoyo internacional de las logias masónicas europeas. También su interacción con el Soros’s Groupe y las fantasías imaginarias de muchos que la ligan al Global Managin Partner de McKinsey & Company.

La realidad supera la ficción. No creo que Carlos Modesto sea buen coleador.

“La fatalidad nos hace invisibles” es una frase de García Márquez. Los ciudadanos no queremos ser invisibles. Necesitamos un gran equipo. Todos somos necesarios. Nadie es más importante que nadie. Me niego a que esta sea la crónica de un fracaso anunciado. 

No necesitamos mesías. Necesitamos héroes con la suficiente humildad para sacrificar sus egos por la patria.

Las opiniones publicadas en El Nuevo País son responsabilidad absoluta de su autor.

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