En una sorpresiva movida que sacudió la política exterior china, el Ministro de Relaciones Exteriores Qin Gang fue despojado de su cargo este martes. Qin, quien solía ser una figura pública prominente, había estado sorprendentemente ausente de la vista pública durante un mes, dejando a los chismosos políticos y periodistas con las manos llenas de conjeturas.
Qin no es un novato en el tablero de ajedrez diplomático: fue un ex embajador en los Estados Unidos y se le consideraba un aliado cercano del Presidente Xi Jinping. Su repentina desaparición de la escena pública y ahora su destitución han levantado más de una ceja.
En las últimas semanas, las especulaciones sobre su destino se intensificaron, alimentadas por rumores de una grave enfermedad. Sin embargo, como es usual en la política china, la realidad oficial sigue siendo esquiva.
Para llenar el vacío dejado por Qin, Wang Yi, un diplomático de primera línea y ex ministro de relaciones exteriores, ha sido nombrado para asumir el cargo. Ahora, los observadores están a la expectativa para ver cómo este cambio de guardia impactará en las políticas exteriores chinas y su dinámica con el resto del mundo.