Con información de DW Español
Con un ritmo acelerado, la escalada de feminicidios en Cuba va en aumento, y las cifras no mienten. Según el Observatorio de Género de Alas Tensas, desde 2019 hasta 2022 los casos han pasado de 14 a 36, y solo este año ya suman 55. Yanelis Núñez, que ha estado a la vanguardia de este recuento, se expresó desde Ginebra: «En repetidas ocasiones hemos pedido que se creen refugios para violencia de género. Es algo mínimo que no tiene nada que ver con el bloqueo. Cero resultados».
La falta de transparencia en los datos sobre la VBG es solo uno de los desafíos que enfrentan las organizaciones. Con el Examen Periódico Universal (EPU) de las Naciones Unidas en el horizonte, estas organizaciones no han dudado en hacer escuchar sus voces y presentar informes alarmantes sobre la situación. «Ante la ausencia de cifras y estadísticas, la revista Alas Tensas abrió su observatorio», relata Núñez, quien, a pesar de las adversidades, sigue siendo una voz audaz en el tema.
Dentro del maremágnum de problemas, sobresale la ausencia de refugios y atención especializada para las víctimas. A pesar de que el gobierno cubano asintió ante algunas recomendaciones del último EPU en 2018, otras, como la elaboración de una Ley Integral contra la Violencia de Género, quedaron en el tintero. Frisia Batista, de la Red Femenina de Cuba, aclara: «El Estado sí ha promulgado una estrategia integral de prevención de la violencia de género, pero solamente en el escenario familiar.»
Sin embargo, lo que realmente ha encendido las alarmas es la percepción de que hay una tolerancia generalizada hacia la VBG. Desde la policía hasta los tribunales, parece existir un patrón preocupante. Una representante de CRD subraya: «Aunque el Estado sí ha hecho algunas capacitaciones, cuando las víctimas van a denunciar se encuentran con respuestas como ‘los problemas deben tramitarse en casa'».
Es evidente que la lucha contra los feminicidios y la VBG en Cuba sigue siendo una batalla cuesta arriba. Mientras las organizaciones civiles, como Alas Tensas y la Red Femenina de Cuba, se esfuerzan por arrojar luz sobre esta situación, solo el tiempo dirá si sus esfuerzos generarán el cambio necesario. Como bien concluye Núñez, «si sigue la inmovilidad, la cifra de feminicidios aumentará».
Por qué importa: A pesar de que el gobierno cubano accedió ante algunas recomendaciones del último EPU en 2018, otras, como la elaboración de una Ley Integral contra la Violencia de Género, quedaron en el tintero