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¡Los primeros tres puntos! La Vinotinto tumba a Paraguay

Triunfo Histórico para la Vinotinto

Salomón Rondón se convierte en el héroe de una noche cargada de nostalgia y esperanza

En una noche donde cada minuto palpaba con la emoción de un país que lleva décadas anhelando brillar en el escenario del fútbol mundial, Venezuela vio romper una racha de 7978 días sin victorias en casa frente a la selección de Paraguay. Un penalti, una ejecución precisa y el número 40 tatuado en la historia de Salomón Rondón como su gol internacional cuadragésimo, fueron suficientes para que Venezuela se alzara victoriosa en su primer encuentro de eliminatorias rumbo a la Copa del Mundo 2026.

El entrenador Fernando ‘Bocha’ Batista no pudo haber pedido un mejor inicio de campaña, guiando a su equipo a una victoria que no solo otorga los primeros tres puntos en el largo camino hacia Estados Unidos, México y Canadá, sino que también resuena con una carga simbólica inmensa. La última victoria en casa contra Paraguay se registró en una noche distante, el 8 de noviembre de 2001, donde los venezolanos se impusieron con un marcador de 3-1.

Desde el silbato inicial, se percibía un ambiente diferente, una combinación de nostalgia y esperanza impregnaba el estadio, como un presagio de que la noche estaría destinada a ser especial. Rondón, con su experiencia y liderazgo, se erigió como la figura central del encuentro, llevando la responsabilidad de ejecutar el penal que rompería con años de frustraciones acumuladas y abriría un nuevo capítulo en la historia del fútbol venezolano.

En el rostro de los jugadores, en las lágrimas de los aficionados, en el grito unísono de un gol que llevaba dos décadas en espera, se pintaba la crónica de una noche que promete ser el preludio de una nueva era para la Vinotinto. Las redes sociales no tardaron en inundarse de mensajes de apoyo, de felicitaciones y, sobre todo, de esperanza renovada.

La imagen de Rondón, abrazando la historia con un gol que lo coloca como uno de los máximos anotadores de la selección, se convirtió en la representación gráfica de un país que no está dispuesto a esperar otros 7978 días para soñar, para creer, para vibrar con su selección.

Así, en medio de abrazos, lágrimas y un fervor que retumbó en cada rincón de Venezuela, la selección nacional escribió la primera página de un capítulo que todos esperan culmine con la clasificación a su primer mundial. Es una ruta que apenas comienza, un camino repleto de desafíos, pero que lleva tatuado en su inicio la firma de Salomón Rondón y la esperanza de una nación que anhela gritar al mundo que está lista para dejar su huella en el panorama futbolístico mundial.

En desarrollo.