Revelaciones recientes sobre la ocupación real del supuesto chef Daniel Sancho añaden un nuevo giro a la tragedia que ha unido a dos familias en el dolor.
El caso que ha conmocionado tanto a España como a Colombia, protagonizado por Daniel Sancho, el joven de 29 años que confesó haber asesinado y descuartizado al cirujano colombiano Edwin Arrieta en Tailandia, sigue escribiendo nuevos capítulos que revelan detalles hasta ahora desconocidos del presunto asesino.
En la última actualización del caso, se ha descubierto que Sancho no era chef, como se identificaba inicialmente, sino que desempeñaba labores como relaciones públicas en discotecas madrileñas, siendo una figura conocida en las noches de fiesta de la capital española, según afirmaron testigos en el programa de televisión “Equipo de Investigación”.
Aun en medio de las revelaciones que borran la imagen que se tenía del joven, Daniel Sancho aguarda su destino en una cárcel tailandesa, enfrentándose a un proceso judicial que podría llevarle a una condena a muerte, aunque esta sentencia se ha aplicado en escasas ocasiones en el país, siendo la última vez en 2018.
“Había dos cuchillos y un hacha. Las pruebas que tenemos contra él hicieron que Daniel confesara,” declaró la policía tailandesa, subrayando la severidad del crimen cometido en la isla turística de Koh Pha Ngan, y despejando dudas sobre la participación de otros individuos en el asesinato.
Un puentes de dolor y compasión
Mientras el mundo sigue estupefacto ante los detalles del crimen, en el otro extremo de la tragedia, la familia de la víctima rompió el silencio, llevando su mensaje de dolor y demanda de justicia a las pantallas españolas.
Darlin Arrieta, hermana del fallecido médico, expresó su profunda tristeza en una entrevista con el programa “Mañaneros” de TVE, donde no solo pidió justicia por su hermano, sino que también compartió la desolación y el vacío dejado tras la pérdida. “Ellos están sufriendo, pero pueden volver a escuchar la voz de su hijo. Que se acuerden de que al otro lado del charco hay unos padres de la tercera edad sufriendo aún más. Porque mi padre se despidió de mi hermano y no lo volverá a ver”, señaló Darlin, dirigiendo su mensaje a los padres de Sancho.
En un intento de encontrar algún tipo de consuelo en medio de la tragedia, Rodolfo Sancho, padre de Daniel, alcanzó a la familia Arrieta con un mensaje que evidencia el tormento que vive: “Lo primero quiero darte mi más sentido pésame a ti y a toda tu familia, mi alma está con vosotros. No tengo palabras para expresar el dolor que siento con esta situación, no quiero ni imaginar lo que estáis sintiendo vosotros. No sabes cuánto lo siento, estoy destrozado,” se leía en el mensaje, que también aludía a la posibilidad de que su hijo hubiese experimentado un “brote psicótico”.
Así, con las relaciones entre las familias de la víctima y el presunto asesino marcadas por un tono de respetuosa desesperación y anhelo de comprender lo inconcebible, el caso continúa desarrollándose con la promesa de más descubrimientos dolorosos en el futuro.
En este paisaje oscurecido por el horror y la tragedia, los afectados buscan respuestas y, tal vez, un grado de cierre en un caso que, hasta el momento, solo ha revelado la cara más sombría de la naturaleza humana. Lo que se desvele en el futuro promete mantener al mundo en vilo, esperando que la justicia encuentre su camino en medio de tanto dolor.