TRUMP MICHIGAN

Trump contraataca desde Michigan

En medio de una huelga y con el rechazo del sindicato automotriz, el expresidente lanza un salvavidas retórico a los trabajadores automotrices y dispara contra la era de los autos eléctricos y Biden.

Desde Drake Enterprises en Michigan, una fábrica de autopartes no sindicalizada, Donald Trump se colocó, una vez más, en el ojo de la tormenta. Ignorando la ausencia de una invitación formal y el rechazo explícito del presidente del United Auto Workers (UAW), Trump se presentó para persuadir a los trabajadores del automotor y lanzar dardos a su contrincante, Joe Biden.

“Yo pongo todo en juego para pelear por ustedes, lo arriesgo todo para defender a la clase obrera de la clase corrupta y política,” aseguró Trump, poniendo su retórica a toda marcha mientras denunciaba la transición a los autos eléctricos como una amenaza existencial para la industria automotriz.

En un movimiento que desafió las normas y evadió un compromiso con el debate de los republicanos, Trump adoptó un tono familiar, criticando a Biden y a los autos eléctricos por igual, alegando que la transición a esta tecnología «destruirá la industria automotriz».

En esta fábrica que se mantiene al margen del sindicato UAW, el expresidente sostuvo que la transición a vehículos eléctricos “le costaría el trabajo a muchos estadounidenses” del sector automotriz. «No permitiré, bajo ninguna circunstancia, que la industria automotriz estadounidense muera», aseguró.

El desprecio del UAW hacia la visita de Trump estaba palpable. Shawn Fain, el presidente del sindicato, etiquetó la maniobra de Trump como una «ironía patética» y dejó claro que no había planes para un encuentro.

Trump, no obstante, continuó lanzando sombras sobre la reunión de Biden con los trabajadores en huelga, despreciando el apoyo mostrado por el presidente en funciones y afirmó que tanto Biden como las grandes corporaciones querían ver caer a las empresas estadounidenses.

La pugna por Michigan es un reflejo de las altas apuestas en la carrera presidencial de 2024. Con Trump y Biden buscando asegurar el favor de un estado crucial, el drama se desarrolla no solo en el escenario político, sino también en las líneas de producción y en las calles donde los trabajadores automotrices luchan por sus derechos laborales.

La narrativa política se entreteje con la lucha de la clase trabajadora, y mientras los candidatos presidenciales buscan capitalizar el momento, los trabajadores y el sindicato UAW se encuentran atrapados en el fuego cruzado de promesas políticas y retórica inflamada.