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Ajuste de expectativas: FMI recorta proyecciones de crecimiento para Venezuela

El país aún enfrenta la tasa de inflación más alta del mundo, pero muestra señales de recuperación económica.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha recalibrado sus proyecciones económicas para Venezuela, apuntando a un crecimiento más moderado y una tasa de inflación aún elevada, según se desprende de su informe «Perspectivas de la Economía Mundial» publicado el 10 de octubre.

El FMI proyecta ahora un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Venezuela de 4% para 2023, una revisión a la baja respecto a la proyección anterior del 5%. La inflación, un persistente desafío para la nación sudamericana, se estima en un 360% para este año, colocando a Venezuela en la cúspide de las naciones con la inflación más alta, seguido por Argentina.

“A pesar de los desafíos económicos continuos, hay indicios de una recuperación, aunque moderada”, podría interpretarse de las cifras presentadas por el organismo internacional.

Esta revisión del FMI contrasta con las afirmaciones del presidente Nicolás Maduro, quien recientemente citó a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), proyectando un crecimiento económico del «mínimo» de 5.5% para 2023.

«Estoy seguro de que superaremos esas proyecciones», afirmó Maduro, mostrando un optimismo que contrasta con las evaluaciones más conservadoras del FMI.

La economía de América Latina en su conjunto parece estar en una trayectoria de recuperación, con el FMI proyectando un crecimiento del PIB de la región del 2.3% para este año y el próximo. Naciones como Brasil y México están mostrando signos de crecimiento, mientras que Argentina está enfrentando desafíos económicos significativos.

En este contexto mixto, Venezuela continúa navegando por las turbulentas aguas de la recuperación económica, buscando superar años de depresión económica y desafíos políticos. El camino hacia la estabilidad y el crecimiento sigue siendo incierto, pero las nuevas proyecciones del FMI ofrecen una ventana a un futuro donde la recuperación, aunque gradual, es posible.